Tapia de Casariego,

A. M. SERRANO

La Consejería de Educación se comprometió ayer con la asociación de padres y madres del colegio público «Príncipe Felipe» de Tapia de Casariego a iniciar obras de urgencia en el centro en un plazo estimado de quince días. Se trata de cambiar las tuberías, una de las principales deficiencias de las instalaciones y que provocaba las quejas de las familias por razones de higiene. El compromiso llegó, vía telefónica, de mano del director general de Planificación Educativa, José Antonio Fernández Espina, el mismo día que nueve padres iniciaron un encierro en la sala de profesores del colegio para exigir «obras de urgencia en un colegio que se cae, plazos estimados y compromisos firmes».

El Principado informó el pasado agosto a la dirección del colegio de su intención de acometer «las reformas que sean necesarias», pero cuando exista liquidez. El Gobierno regional esperaba entonces habilitar una línea de crédito para afrontar esta inversión, entre otras pendientes en materia educativa. Pero los padres exigen plazos concretos. Llevan luchando desde hace tres años para mejorar el colegio, uno de los más deteriorados del Noroccidente.

Dentro de su campaña «Por un colegio digno» y con el inicio de un nuevo curso escolar, la asociación de Padres y Madres (AMPA) pide que la administración se haga cargo de las obras que requieren urgencia. «No hablamos de una quiebra, es mucho más que eso: nuestros hijos pueden tener un accidente», explica su presidenta, Begoña González.

Al centro acuden 194 niños. Este curso, los padres retrasaron la vuelta a las aulas dos días como primera medida de protesta. Las movilizaciones continuaron ayer con el encierro de nueve padres en la sala de profesores durante toda la jornada lectiva. «Nos preguntamos si la consejera (en referencia a Ana González, titular de Educación) llevaría a sus hijos a un centro como este, que se cae», indicó González.

El colectivo amenaza con más medidas de presión en caso de que el Principado no cumpla con lo pactado. Durante los próximos quince días dará una tregua, «pero nos mantendremos vigilantes», indica la portavoz de los padres.

La campaña «Por un colegio digno» busca que el centro se beneficie de «obras de primera necesidad». Los padres se quejan de la falta de limpieza, de la carencia de un sistema de calefacción adecuado, de las quiebras y desperfectos en las paredes y en la fachada del edificio y del estado de las ventanas.