Navia, T. CASCUDO

«En 23 años que llevo en la fábrica nunca había visto algo así, es un resultado histórico. Nunca hubo semejante acuerdo en ningún tema», dice el presidente del comité de empresa de la planta naviega de Ence, Javier Rodríguez, al respecto del acuerdo unánime de los trabajadores para movilizarse contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea la compañía en sus tres plantas españolas.

La compañía anunció la semana pasada 144 despidos en varias plantas y este jueves detallará la cifra de afectados en cada una. La asamblea de trabajadores de ayer contó con 223 asistentes (una cifra elevada si se tiene en cuenta que el total de la plantilla es de 320 empleados y que una parte no está dentro del convenio) y todos apoyaron de forma unánime ir a la huelga para protestar contra la decisión de la compañía. «Nos han dado su respaldo e incluso están dispuestos a ir una huelga indefinida», dice el presidente del comité, sorprendido por el rotundo apoyo.

De momento no se han fijado fechas para la convocatoria de huelga. Las protestas, que se realizarán de manera conjunta con las plantas de Huelva y Pontevedra, se acordarán este jueves toda vez que la compañía desvele el alcance del ERE, el número de afectados en cada planta y los puestos en los que se efectuarán recortes.

No obstante, el comité de empresa de la factoría naviega dice que las medidas serán igual de contundentes sea «uno o cien los trabajadores afectados». La plantilla considera que se trata de un ERE «absurdo» e «ilógico», más teniendo en cuenta que la empresa «está dando beneficios y tenemos toda la producción de 2013 vendida y a buen precio».

La empresa productora de pasta de papel justificó el ERE en la necesidad de «compensar las reformas energéticas aprobadas por el gobierno». La compañía hizo público un comunicado en el que explicó que se ve obligada a acometer esta «fuerte reestructuración laboral» para mantener la competitividad en los mercados internacionales. En concreto, la papelera atribuyó su decisión a las modificaciones legislativas aprobadas el 1 de febrero por el Consejo de Ministros y que a su juicio «introducen duras e inesperadas medidas en la retribución de la energía renovable». También han pesado los efectos de la ley 15/2012 de 27 de diciembre, de medidas fiscales para la sostenibilidad energética. Ence también hizo pública su intención de crear un nuevo marco laboral «centrado en la flexibilidad salarial, con actualizaciones salariales ligadas a la productividad y resultados, así como un aumento de la jornada anual para ganar competitividad y eficiencia».