A Portos de Galicia le está saliendo rentable el retraso en la ejecución del controvertido ramal ferroviario de Ence, cuyo principal objetivo es dar salida a la pasta de papel de Navia por tren hasta el puerto gijonés de El Musel. Por el momento, el puerto ribadense de Mirasol asume en solitario los tráficos de la factoría naviega, una circustancia que no solo beneficia al gobierno gallego, sino también a los transportistas -mayoritariamente asturianos- que trasladan la pasta por carretera desde Navia hasta Ribadeo.

Actualmente trabajan en este proceso 26 camiones y la mayor parte de los camioneros dedicados a esta labor son del occidente asturiano (solo seis tienen origen gallego). Los camioneros siguen defendiendo la salida por Ribadeo como el método más económico y se muestran contrarios a la alternativa por tren, que les dejaría sin empleo. "Podemos demostrar que es mucho más caro llevar la mercancía a Gijón. No es de recibo montar un sistema para encarecer el precio", comentó ayer uno de los transportistas afectados.

En el año 2010, Ence firmó un acuerdo con Galicia en el que se comprometía a sacar un volumen de entre 1 y 1,5 toneladas de pasta hasta 2020, una cifra que a estas alturas ya se ha rebasado. El acuerdo se hacía público poco después de la firma del convenio entre Ence, FEVE y el Principado para construir un ramal ferroviario a fin de sacar por tren el grueso de la pasta de papel.

El Gobierno gallego evitaba con dicho compromiso perder la totalidad de los tráficos de Ence. La Xunta desconocía entonces las dificultades que atravesaría la obra del ramal, que acumula años de retraso con respecto a la fecha inicialmente comprometida para su puesta en marcha.