La biblioteca de la abuela orensana de Alfredo Conde siempre estuvo abierta, sin restricciones, para el autor que en 1986 recibió el Premio Nacional de Literatura. "Siempre decía: si no es para el niño, ya se aburrirá, y si lo es, va a seguir leyendo", precisó el autor, quien ayer trasladó el mismo mensaje a los estudiantes del instituto Elisa y Luis Villamil. "La lectura tiene que ser un placer. Si no te gusta, no leas, ahora que tú te lo pierdes porque el enriquecimiento, la formación y el conocimiento que aporta no los vas a encontrar en otro lado", incidió Conde en el encuentro con autor organizado por el VII Foro Comunicación y Escuela.

"La mayoría de vosotros no va a usar el teorema de Pitágoras en su vida, pero sí que va a emplear el desarrollo intelectual que su aprendizaje supone. Estáis desarrollando los músculos intelectuales para después defenderos mejor. El que desaproveche esto se está equivocando", avisó Conde, que se dirigió a los estudiantes de cuarto de ESO en un lenguaje directo y coloquial.

Los estudiantes leyeron "69 poemas de amor", que Conde publicó el año pasado. Sin embargo, el autor pidió a los veigueños que no se lo tomaran "demasiado en serio" porque no se considera un poeta, sino un escritor de novelas. El año pasado estuvo a punto de morirse por una gripe A que terminó en neumonía y a su salida del hospital comenzó a escribir poemas de exaltación de la vida y el amor que finalmente se convirtieron en poemario. "La vida, la poesía, la literatura e incluso los resultados del Deportivo hay que tomárselos con mucha calma", bromeó el escritor gallego, que dedicó el poemario a su mujer.

El relato de Conde estuvo salpicado de anécdotas, en las que también hizo referencia a su pasado político. No en vano, llegó a ser consejero de Cultura con el Partido socialista de Galicia, aunque como independiente. "Viví una época muy bonita en la que hacer política era construir algo. Creo en el parlamentarismo y en la democracia", precisó, al tiempo que indicó que nunca se afilió a ningún partido porque "no quiero estar en una organización que me ofrezca menos libertad que la sociedad en la que vivo".

Cerró su intervención aconsejando a los estudiantes que aprovechen cada cosa de la vida porque "todo tiene que servir de aprendizaje".