La Guardia Civil ha puesto fin, con la detención de tres personas, un hombre y dos mujeres de entre 20 y 40 años, a los robos que sufrían desde el pasado mes de mayo diversas iglesias y capillas del occidente asturiano. Estas tres personas habrían cometido, supuestamente, delitos contra el patrimonio, al asaltar por la fuerza edificios religiosos de las localidades de Grandas de Salime, Pesoz, Villanueva de Oscos, Coaña, Boal y Serandinas (Boal). La colaboración vecinal fue determinante para dar con los autores de los hechos.

Las investigaciones para dar con los autores de estos ataques comenzaron el pasado mes de mayo, cuando los puestos de Grandas de Salime, Boal y Santa Eulalia de Oscos registraron un incremento en este tipo de robos. Todas las inspecciones oculares realizadas por el Instituto Armado coincidían en el modus operandi: la puerta aparecía forzada y con muescas tintadas de rojo. Se trató de una pista clave para poder identificar a los supuestos autores.

Una patrulla de seguridad ciudadana identificó, en la noche del 15 al 16 de mayo, a tres ocupantes de un turismo que circulaba por carreteras locales a horas intempestivas, por zonas aisladas. Ese mismo vehículo fue visto por varios vecinos, días después, en las cercanías de una capilla objeto de robo.

Los sospechosos, puestos ahora a disposición del Juzgado de Luarca, fueron de nuevo sorprendidos por agentes de la Benemérita el pasado 15 de junio, cuando circulaban por la autovía del Cantábrico en un vehículo, primero en dirección Galicia, y poco más tarde, sentido Oviedo. Tras una labor de seguimiento, y cuando el turismo circulaba por una vía local en Coaña, los agentes le dieron el alto, identificando de nuevo a sus ocupantes. En el registro del coche se halla, además de doce pares de guantes y cuarenta velas de iglesia utilizadas, una barra de hierro o pata de cabra, de color rojo, coincidente con las marcas dejadas en las puertas de los templos. Por ello, se procedió a tomarles declaración, siendo finalmente detenidos como los supuestos autores de varios delitos contra la propiedad.

Los feligreses respiran aliviados ante esta detención. Una boalesa, colaboradora en las tareas religiosas de la zona, señaló ayer que "es muy satisfactorio ver la efectividad de los cuerpos de seguridad, que han logrado frenar este tipo de ataques". Explicó, además, que "la precaución de los agentes y su discreción ha hecho que no se creara ningún tipo de alarma social, lo que es de agradecer".