"No aparenta que tenga tantos años, está bien conservado". Así ven su colegio los alumnos del Maestro Casanova de Cangas del Narcea, que este año celebra sus cincuenta años. Con su mirada inocente, los escolares solo ven cosas positivas de su centro y muy pocos defectos, sobre todo los que cursan sexto de Primaria, que a estas alturas ya cuentan los días que les faltan para dejar atrás su etapa educativa en el colegio del centro de la villa y trasladarse al instituto.
"Lo vamos a echar mucho de menos; las actividades, los compañeros y los profesores, aquí somos una pequeña familia", asegura Paula Menéndez.
El festival de Navidad, el Carnaval, las fiestas de fin de curso y las excursiones que realizan a lo largo del año son algunos de los momentos a los que los estudiantes de sexto ya miran con nostalgia pensando que este año es el último en el que participarán en todas estas actividades, muchas de las cuales no tienen hueco en la nueva etapa que inician.
"Los festivales que hacemos, las manualidades y los recreos con los compañeros son cosas que tenemos que aprovechar este año, luego todo cambiará", añade Mariana Calvo.
Además, este año tienen un extra de actividades con motivo de la celebración del 50.º aniversario del centro, con el que están volcados todos los cursos. Ahora mismo están trabajando en las obras de teatro -realizando ensayos, y preparando vestuario y decorados- que pondrán sobre el escenario del teatro Toreno los próximos días 20 y 21 de abril.
"Tuvimos la suerte de que nos haya tocado vivir este año antes de dejar el colegio porque estamos haciendo muchas cosas y está siendo especial", apuntan los alumnos, que siempre tendrán en el recuerdo la celebración de los cincuenta años de su colegio.
Además, reconocen en el antiguo edificio rincones que guardarán en su recuerdo. Para José Manuel Martínez, su lugar favorito es el laboratorio "porque tiene muchas cosas para aprender sobre Sociales y Naturales, y también es donde nos ponen películas". Marcos Menéndez prefiere la biblioteca. "Es el sitio donde nos dejan hacer trabajos, leer, buscar información y también podemos coger libros y películas para llevarlas a casa", explica. Paula Menéndez se queda con el aula de ordenadores y Mariana Calvo, con las clases en general: "Me traen recuerdos de los cursos anteriores y me gusta".
También tienen claro qué pedir para mejorar el colegio. Apuntan la necesidad de cubrir algún patio más "para no estar todos apretujados en el que tenemos cuando llueve", y así poder disfrutar igualmente del recreo que tienen a media mañana.
Antes de acabar el curso, aún les queda por disfrutar el viaje de fin de curso, que les llevará a León y que seguro que también les deja unos buenos recuerdos para afrontar su nueva etapa educativa en el instituto.
