La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que el pasado febrero consideró "ajustada a derecho" la decisión del Principado de denegar la mina de oro de Tapia ya es firme. La minera Astur Gold (actualmente se denomina Black Dragon) ha optado por no recurrir la decisión judicial en el plazo de treinta días establecido por el TSJA lo que cierra definitivamente el último intento de explotar el yacimiento aurífero de los lagos de Silva, en Salave.
La minera no se pronunció al respecto de esta sentencia que denegaba sus pretensiones y también la reclamación de 8.594.071,46 euros que exigía al Principado en base a los gastos ocasionados durante sus cinco años de trabajo en Tapia (2010-2015). En estos dos meses la compañía solo ha emitido un par de comunicados referentes al proceso de recapitalización en el que está inmersa para tratar de relanzar su proyecto para Tapia.
Cabe recordar que el TSJA consideró apropiada la decisión del gobierno regional de denegar la mina en base a los informes desfavorables de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), alertando de los daños que este proyecto de mina subterránea provocaría para el sistema hídrico de la zona.
Astur Gold comenzó a trabajar en Tapia en 2010 y en diciembre de 2012 el Principado aprobó parcialmente su plan minero: se autorizó la galería subterránea de exploración, pero no la planta de tratamiento de mineral, ni el depósito de lodos estériles. La minera modificó su plan reduciendo el depósito y eliminando el tratamiento con cianuro. Su segunda propuesta tampoco convenció a la Comisión para Asuntos Medio Ambientales del Principado (CAMA) que en diciembre de 2014 denegó el proyecto.
