Boal puede presumir de haberse puesto a la cabeza de los municipios asturianos en cuanto a numeración y localización de viviendas. Varios núcleos del concejo, incluida la capital, han sido objeto de estudio y trabajo para reordenar su identificación, adaptándola al sistema americano, y añadiendo puntos de localización por satélite, lo que amplía en gran medida la facilidad para encontrarlas en unos segundos. "Es muy útil, sobre todo, en casos de emergencias", apuntan los responsables del trabajo. El Ayuntamiento boalés detectó un problema con la numeración de las viviendas de varios núcleos, al haberse sucedido varios planes, además de la construcción de edificios nuevos, y el derribo de otros. Como resultado, el sistema que había no ayudaba nada a orientarse en la zona, sobre todo en el caso de los carteros recién llegados o de los empleados de los servicios de emergencias que no conocían el entorno.

Se encargó entonces un estudio a la empresa moscona GeoNalón, que desde hace semanas expone al público el sistema ideado, para recabar posibles sugerencias o reclamaciones. "De momento, ha causado mucho interés, pero la gente lo entiende y no hay problema", apunta Carlos Sánchez, uno de los encargados de dar a conocer el plan, junto con Adrián Menéndez.

Boal, dicen, no es el único municipio que sufre este problema relativo a la identificación de las viviendas. "Hay más lugares que, o bien no tienen numeración, o la numeración no lleva un orden correlativo. Es algo totalmente disfuncional, sobre todo, a la hora de tratar con las emergencias o con la logística", valora Sánchez.

En esta nueva propuesta, más lógica y ordenada, utiliza dos sistemas. Por un lado, el americano, para los pueblos cercanos a la capital, como Armal, Los Mazos y Las Viñas. "Consiste en dar un número a la parcela que sería la distancia desde el comienzo del camino en metros hasta la vivienda. Esto facilita que, si se construyen nuevas viviendas o se parcelan, no hace falta cambiar el orden ni doblar números", aseguran. En Boal, por contra, se ha mantenido el sistema convencional. También se ha utilizado la toponimia tradicional para dar nombre a las calles y caminos.

Por último, este nuevo plan facilita la localización por los sistemas satélite. "Cada punto está geolocalizado. En el momento en el que esto se apruebe de forma definitiva, la información va a pasar a las administraciones, a correos, a empresas de transporte. En el momento en el que tengas la dirección vas a tener un punto que se puede meter en el navegador y te lleva directamente", explica Carlos Sánchez, que destaca las ventajas que ello supondrá "en el caso de las emergencias y, ahora que están en auge, de las compras por internet". Aún quedan unos días para revisar el plan, y conocer cómo mejorará esta medida la vida de los boaleses.