En Madrid, villa y corte, tuvo a comienzos de año una original exposición de más de cien vacas, decoradas por diversos artistas y reproducidas a tamaño natural, «pastando» por calles y plazas de la ciudad. Formaban parte de la Cow Parade -la más famosa muestra de arte público, originada en Zúrich-, que ha recorrido muchas ciudades, dejando un rastro de más de 5.000 vacas pintadas por todo el mundo, antes de llegar a la capital de España.

En Avilés, villa realenga, hemos conseguido darle un toque revolucionario a este fenómeno artístico, conocido como Cow Parade (Desfile de Vacas) y la Escuela de Cerámica, forzando unas vueltas de tuerca, ha sacado de la manga histórica local una, llamémosla, Seal Parade (Desfile de Focas).

Se sabe que un 5 de diciembre de 1951 llegó al puerto local una foca. Unos dicen que desnortada y otros que como precursora de los inicios de la construcción en Avilés de una de las mayores siderurgias del mundo, llamada Ensidesa.

Desde entonces forma parte de la historia de Avilés, donde se ha convertido en un símbolo. De ello da fe una estatua, erigida por mandato municipal, en el parque del Muelle, para asombro de visitantes, que alucinan con este homenaje a un animal tan exótico, adiposo y bigotudo, que contrasta con la España de toros y cabestros, o la Asturias de vacas casinas y roxas. Bigotes por cuernos y aletas en lugar de tetas. Transgresión marina desenfocada. Vanguardia totalmente enfocada. La de Dios, oiga.

Estas paradas -excelsas paridas artísticas- tienen un cariz surrealista que haría flipar a Buñuel, Breton y Dalí, aunque éste ya estaba flipado de por sí. Las vacas por las calles del mundo nos venían cantando boleros surreales; esto de las focas descansando o nadando en los parques de Avilés son el tango más deliciosamente arrastrado del movimiento artístico universal.

Espero que si durante estos días las focas que invaden Avilés sufren daños se tenga previsto un servicio de urgencia en el hospital artístico habilitado en la Escuela de Arte del Principado (sección de Restauración), sito en la plaza de Camposagrado, llamada en tiempos plaza del Tocino, lo que da medida de la espontaneidad del arte.

La foca es un símbolo de muchos bigotes, como casi todos los que vienen de la mayúscula Ría de Avilés.

Por ello, el 26 de agosto de 2009 pasará a la historia del arte como el día en que nació un nuevo movimiento vanguardista mundial: el Seal Parade. Y que eso ocurrió en Avilés (España).

Démonos por enterados. No queda otra.

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