Todos hemos oído a alguien cercano hablar de que tiene una idea o un proyecto: «me encantaría montar mi propia empresa», «es algo que puede funcionar bien», aunque los valientes que se han puesto manos a la obra quizás no son tantos como debieran.

Pues bien, se diría que ha llegado la hora de la verdad. Ya no se puede esperar más. Tanto si es por oportunidad como por necesidad. Podemos discutir o esperar a que otros solucionen nuestros problemas, pero esto es un tsunami, y un tsunami no se para con la opinión ni con un debate sobre cómo se administra el agua. Un tsunami se observa y se adapta uno a él, como diría Gonzo Suárez (http://es.wikipedia.org/wiki/Gonzo_Suárez).

En España, y particularmente en Asturias, sobra talento y potencial humano para desarrollar una economía adaptada a las nuevas condiciones socioeconómicas que ya estamos viviendo. Compromiso Asturias XXI (www.compromisoasturiasxxi.es) es un ejemplo en este sentido, sirviendo de caldo de cultivo para aportar ideas y experiencias en la buena dirección.

¿Necesita dinero? La falta de liquidez o la necesidad de financiación no deberían ser una excusa para no realizar un proyecto. Hoy en día continúa habiendo inversores suficientes deseando convertir las dificultades en una oportunidad. Sólo es necesario convencerles de que nuestra idea será rentable. Nos darán con la puerta en las narices 9 de cada 10, pero si la idea es buena, alguien la acabará apoyando.

Buscar fuera. Los indicadores de crecimiento y consumo nos muestran que en este momento existe más actividad, y por tanto más oportunidades de negocio, fuera de Asturias en muchos sectores. En este sentido, es conveniente superar nuestra tradicional limitación regionalista y buscar nuevos horizontes. La web ofrece la oportunidad de captar clientes de fuera y mejorar la interacción con los que ya tenemos. Incluso podemos exportar servicios o mercancías, es decir, mejorar la balanza de pagos, sin camiones, ni aduanas, ni contenedores. Una oportunidad para la pyme y el autónomo que nunca estuvo tan accesible como lo está hoy.

Volumen. Además, internet permite atender a miles de clientes sin que ello suponga una merma en la calidad. ¿Por qué puerta entran de golpe 3.000 nuevos usuarios provenientes de un acuerdo con un cliente corporativo? Desde luego no por una de madera. Hoy en día cada vez está más extendido el uso de la web para entrar en el banco, comprar, buscar casa, etc... Este cambio de mentalidad no existía ni siquiera hace 5 años, con internet ya en las casas de casi todos. Ahora empieza a ser una realidad.

Por otra parte, los beneficios del uso de las redes sociales para la promoción de un negocio casi de cualquier tipo, resultan ya innegables. No los desaprovechemos.

¿Qué puedo hacer yo? Si tiene una idea, póngala en práctica, si es un cliente, tenga confianza en los nuevos métodos y aproveche los precios más competitivos, si es parte de la Administración, elimine trabas o facilite el desarrollo. Todos hemos de pensar y actuar sobre nuestra circunstancia, como decía Ortega, «si no la salvo a ella no me salvo yo».