El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ratifica que el paro sigue siendo la mayor preocupación de los españoles en el año que acabamos de estrenar, muy por encima de la corrupción, de la situación económica o del terrorismo internacional, que irrumpe con fuerza tras los atentados de París. Casi ocho de cada diez españoles consideran el desempleo el problema más grave que sufre el país, índice superior al que registraba la anterior encuesta del CIS.

Si el sondeo se hubiera realizado exclusivamente en Gijón, el resultado hubiera sido seguramente el mismo. El paro se alza, sin duda, como la principal lacra de esta ciudad, donde en diciembre de 2015 había 26.266 desempleados, pese a la reducción estacional que conlleva tradicionalmente el último mes del año.

Algo no se está haciendo bien en Gijón, tanto desde el lado de las administraciones públicas como desde la patronal e incluso los sindicatos cuando, aun mejorando los datos de empleo, el municipio gijonés presenta peores números que las otras dos grandes ciudades asturianas, Oviedo y Avilés. No es buena señal que el Ayuntamiento gijonés haya dinamitado unilateralmente el modelo de concertación social, clave para el desarrollo de los planes locales de empleo, que reunía al gobierno local con la patronal FADE y los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT desde el año 2000 y que dejó de estar en vigor el 31 de diciembre, sin alternativa. Y peor señal se antoja aún para la recuperación del empleo que las administraciones local y regional sigan a la greña y sin entenderse a la hora de planificar medidas y dar facilidades a las empresas, que son las que crean puestos de trabajo. Culparse unos a otros de la falta de efectividad de esos planes no resuelve los problemas de las personas en paro.

No todos los registros relativos a la creación de empleo en Gijón a lo largo del último año son negativos. En los últimos doce meses se firmaron 94.738 contratos, un diez por ciento más que un año antes. Sin embargo, no convendría echar las campanas al vuelo: el 92,6 % de esas contrataciones fueron temporales; y en un alto porcentaje, a tiempo parcial. De manera que la recuperación del empleo es en esta ciudad lenta y precaria.

A la vista de estas evidencias, se hace preciso mostrar mayor atención a los nuevos yacimientos de empleo, aquellos sectores o actividades que generan mayor cantidad de puestos de trabajo. El ocio y el tiempo libre, las nuevas tecnologías, el medio ambiente y la producción de bienes y servicios ecológicos, las energías renovables o el cuidado de personas dependientes son sectores a explorar en Gijón, donde cabe destacar el desarrollo creciente de las implantaciones empresariales en la llamada Milla del Conocimiento, el Silicon Valley de Asturias, una iniciativa de éxito que confirma que en esta ciudad se pueden acometer proyectos novedosos que generan satisfacción empresarial, riqueza y empleo, en este caso además de la máxima capacitación.