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Clave de sol

De la censura al posfranquismo

Viejos recuerdos de la prensa asturiana

La concesión de la Medalla de Oro de Asturias a José Manuel Vaquero Tresguerres -vaya para él mi efusiva felicitación- suscita en el comentarista viejos recuerdos de la profesión, desde un largo medio siglo atrás en aquellos inquietos años sesenta de una ya decadente dictadura. Momentos estelares que ambos empezamos a vivir entonces y que desembocarían en afanes de anticipación democrática.

Eran tiempos de tensión social, de los anhelos y ensayos de libertad política y sindical, del Concilio y el desenganche eclesial. Época convulsa, de un nuevo periodismo, apasionante y batallón, superador de los restos de la antigua censura, con avances, retrocesos y sin duda conquistas.

Lo nuevo interesante, es decir, la noticia, tenía entonces su cauce de expresión en la prensa de papel. La televisión era incipiente, única y estatal; la radio estaba intervenida en sus contenidos. La posbélica censura llevaba ya unos años delegada en los directores, decadente y más bien al arbitrio y el talante de los delegados del Ministerio del ramo, vigilantes de las esencias. Una creciente corriente de opinión pugnaba por una auténtica libertad de prensa que tuvo su articulación con la Ley de Prensa del ministro Manuel Fraga en 1966. Fundamental paso adelante, pero cuya aplicación, sobre todo en su artículo 2.º, constituyó una fuente de sobresaltos y conflictos. Quienes de algún modo y en cierta medida protagonizamos la hechura de la influyente prensa de entonces tenemos la convicción y el orgullo de haber abierto caminos.

Seis periódicos cotidianos había en Asturias: LA NUEVA ESPAÑA, entonces del Movimiento, junto con los empresariales "Región" y "La Voz de Asturias", en Oviedo; el falangista "Voluntad" y el decano "El Comercio", en Gijón, y "La Voz de Avilés", de la familia Wes, en la villa del Adelantado, junto con dos "Hoja del Lunes". Toda una marca para un millón de habitantes.

Hace, pues, medio siglo que se marcaba un punto de inflexión para la información en Asturias correspondiente con el mundo de libertades que apuntaba y el aire fresco que supuso la irrupción en las redacciones de un tropel de jóvenes profesionales. Es claro que con las nuevas tecnologías y la proliferación de fuentes de información entramos en otro mundo que requiere diferentes planteamientos. La noticia había que salir a buscarla. Ésa es otra historia.

Pero es en la historia pasada, de las décadas 60 a 90, donde estuvo aquel periodismo profesional abnegado y trepidante que, sin ninguna duda, llevó a cabo un impagable servicio de alfabetización democrática y servicio a la sociedad.

Es de justicia reivindicarlo así.

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