Cómo se comportan los pellets en el mar

Sobre el material que llega a la costa asturiana

Pellets de plástico en la playa de Sabón, a 9 de enero de 2024, en A Coruña, Galicia (España).  Voluntarios se han organizado hoy para limpiar algunas playas de las provincias de A Coruña y Pontevedra a las que ha llegado el vertido de los pellets de plás

Pellets de plástico en la playa de Sabón, a 9 de enero de 2024, en A Coruña, Galicia (España). Voluntarios se han organizado hoy para limpiar algunas playas de las provincias de A Coruña y Pontevedra a las que ha llegado el vertido de los pellets de plás / Gustavo de la Paz - Europa Press

Lucía Viñas y Jesús Gago | Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (CSIC)

Este artículo se publicó originalmente en "The Conversation"

Se estima que cada año se vierten al océano entre 52.000 y 184.000 toneladas de pellets de plástico debido a una mala gestión en su cadena de producción y transporte. Estas pequeñas esferas, que estos días están llegando a las costas gallegas, tienen entre 2 y 5 milímetros de diámetro y se componen, generalmente, de un porcentaje elevado de polímero (polietileno, polipropileno, etcétera) y un menor porcentaje de aditivos (estabilizadores UV, retardantes de llama, etcétera).

Los pellets son sólidos, persistentes, no solubles, no emulsionantes, no biodegradables y la mayor parte son flotantes.

Estas partículas se usan generalmente como materia prima en la fabricación de artículos de plástico. En este proceso se diferencian dos fases principales: en la primera se elabora el polímero (conteniendo ya diferentes proporciones de aditivos) y se presenta en forma de pellets y en la segunda, partiendo de estos pellets y por diferentes procesos industriales (moldeado, inyección, etcétera), se les da la forma final para su uso.

En 2019, se produjeron 460 millones de toneladas de pellets de plástico y se estima que, en 2040, se producirán 540 millones de toneladas si no hay acciones para reducir su producción.

La composición concreta del pélet va a determinar su densidad y ésta es la que determina su comportamiento una vez en el agua. Si son menos densos que el agua de mar (alrededor de 1,025 g/ml), flotarán en ella, y si son más densos, se hundirán.

En el caso de los pellets que se han vertido cerca de la costa gallega, se trata de polietileno. Este material tiene una densidad inferior a la del agua de mar (alrededor de 0,9 g/ml) y, por tanto, flotan en el agua y son arrastrados por corrientes y mareas pudiendo viajar grandes distancias en el medio marino.

Cuando llegan a la costa, estas partículas se ven arrastradas a tierra impulsadas por las mareas y olas. Lo más habitual es encontrarlas mezcladas con otros residuos que quedan en la zona más alta que alcanzó la marea.

Debido a sus características fisicoquímicas, los pellets pueden volver a ser transportados por el viento dentro de la playa o bien volver al agua con la siguiente marea. También es posible que por efecto de las olas o por las propias pisadas de la gente puedan ser enterrados en la arena.

¿Van a desaperecer?

Una de las características del material plástico es su alta durabilidad. Son materiales que resisten bien el paso del tiempo y son difícilmente degradables. Si, además, como parece que ocurre en el caso del material vertido estos días, el pellet tiene un tratamiento para evitar degradación por los rayos UV, es de esperar que su degradación sea más lenta.

Lo que suele ocurrir es que se van degradando y rompiendo en partículas más pequeñas. En este caso es de esperar que se formen microplásticos más pequeños y finalmente nanoplásticos a partir de los pellets. Cualquier sustancia, partícula o energía que llegue al medio como consecuencia de la actividad humana se considera contaminación y es, en principio, un problema medioambiental.

Además, según la composición de la sustancia concreta podemos tener un problema de toxicidad.

Los polímeros, de modo general, son materiales en principio inertes y de ahí su baja degradabilidad. Pero que el polímero sea inerte no lo libra de posibles efectos nocivos como pueden ser la obstrucción del aparato digestivo de los animales que los ingieran.

Por otro lado, en un plástico además de polímeros tenemos uno o más aditivos que pueden ser más o menos nocivos según su composición. Por eso, es importante conocer la composición de los aditivos concretos de los pélets vertidos.

¿Cuál es su impacto?

Los pélets pueden producir varios impactos en el medio marino:

La fauna marina los puede confundir con comida y provocarles asfixia o acumularse en el estómago, y entrar en la red trófica.

Pueden tener un impacto ecotoxicológico en el ecosistema (toxicidad de la sustancia sobre un ecosistema). Esto va a depender principalmente de los aditivos.

Pueden funcionar como vector de transferencia de sustancias tóxicas adsorbidas del medio y de patógenos que se puedan adherir a los pélets, como virus o bacterias. Además, pueden tener un impacto socioeconómico como cierre de playas, impacto en instalaciones de acuicultura o deterioro visual de hábitats, entre otros.

Pero mas allá del impacto de este vertido concreto, que dependerá de la cantidad de pélets así como de su composición, lo importante sería que nos concienciásemos del impacto medioambiental de los microplásticos y nanoplásticos y empecemos a tomar medidas para evitar su llegada al medio ambiente.