Ribadesella,

Bárbara MORÁN

Los alcaldes pedáneos de las localidades riosellanas de Nocéu, Cueves, Sardéu, Calabrez, Torre, Tezangos y Tresmonte quieren que los carteros sigan llevando el correo a todas las casas, como hasta ahora. No aceptan los buzones comunitarios como sustitutos de la visita diaria del cartero para aquellas casas situadas en zonas más apartadas de la vía pública. Critican que Correos siga sin responder al escrito que enviaron hace dos meses, en el que pedían información clara respecto al inminente recorte en el servicio que la empresa pública planea poner en marcha en las zonas rurales. Una nueva normativa señala que aquellas casas situadas a más de 250 metros de la vía pública no recibirán la visita del cartero, así que los vecinos tendrán que recoger sus cartas en unos buzones comunitarios que serán instalados en un punto cercano a la vía pública.

Los alcaldes pedáneos de estas localidades riosellanas pedían explicaciones e información detallada sobre los cambios que la empresa estatal plantea con la puesta en marcha de este real decreto, que fue aprobado por el Gobierno central el 20 de abril de 2007. Correos sigue sin responder y la preocupación entre los vecinos va en aumento.

Correos envió hace unas semanas un escrito al Consistorio riosellano en el que aseguraba que la nueva normativa «ni recorta el personal, ni los derechos de los ciudadanos, sino que mejora y garantiza el derecho de éstos en el uso de los servicios postales». Aunque a los vecinos de los pueblos esta afirmación no les sirve de nada, tal como aseguró ayer el alcalde de Nocéu, José Manuel Rosete. «Lo que queremos está muy claro: que no cambie nada en el servicio de reparto de correspondencia en la zona rural, que siga siendo exactamente el mismo, que no se recorte el reparto, porque la mayoría de la población rural está integrada por personas mayores con problemas de movilidad y no podrían recoger sus cartas en esos buzones», subraya Rosete.

El alcalde de Nocéu relató que en esta localidad hay dos vecinos de avanzada edad que viven en casas unos metros más alejadas que el resto de las viviendas del pueblo. «Son personas de más de 70 años a las que no les sería fácil tener que caminar hasta un buzón para recoger sus cartas. No parece una medida que mejore la calidad del servicio, como defiende Correos», puntualizó Rosete.

Ahora los alcaldes pedáneos estudian qué medidas tomarán para evitar que la zona rural disponga del servicio de Correos a medias y que los pueblos vuelvan a ser, una vez más, los eternos olvidados en materia de servicios. También esperan que los responsables municipales tomen cartas en el asunto y defiendan los intereses de la población rural para evitar que los pueblos se queden sin el tradicional y necesario «buenos días» del señor cartero.