Ribadesella, Bárbara MORÁN

Es una de las obras que más se han hecho rogar en Ribadesella. Una de las más necesarias, aunque con un resultado final poco lucido para la vista. Cinco meses después de que comenzaran las obras para dotar al río San Pedro de un nuevo cauce, los trabajos van sobre ruedas: a toda velocidad. Incluso superando las previsiones que Ferrovial, la empresa adjudicataria de las obras, había planeado en un primer momento.

Con satisfacción y alivio, por los buenos resultados obtenidos hasta el momento, valoró ayer el concejal de Obras en el Ayuntamiento de Ribadesella, Juan González Martino, el desarrollo que están teniendo las obras del encauzamiento del río San Pedro. «Estamos muy satisfechos, se ha logrado acortar plazos ya que Ferrovial estimaba abrir la calle Avelina Cerra a finales de este mes y ya logró hacerlo a mediados. Si las cosas siguen así, puede que las obras incluso terminen antes del plazo estimado», relató Martino.

Las obras no sólo van a dotar al río San Pedro de un nuevo cauce. También se ejecutan para liberar a los edificios bajo los que discurre el fluvial de los numerosos problemas de inundaciones y posibles deterioros estructurales en los inmuebles de la calle Darío de Regoyos. Con esta obra el río retomará su cauce original y liberará a los inmuebles afectados.

La obra posibilitará también que los edificios hoy situados justo encima del cauce del río queden libres del deslinde de Costas. El cauce actual por el que discurre el río San Pedro se ha quedado obsoleto ya que desde su construcción el crecimiento poblacional en la villa ha sido notable. Además, la capacidad inicial de la conducción por la que discurre el río de un metro de diámetro se ha visto reducida hasta los a sesenta centímetros, lo que provoca que con la crecida del río el agua se filtre a los garajes de las viviendas de Darío de Regoyos.

Todas estas razones justifican la importancia de esta obra para Ribadesella, aunque una vez terminada no pueda apreciarse la obra ejecutada a simple vista. «No es una obra que luzca estéticamente, pero es sumamente importante y necesaria su ejecución, las noticias de su avanzado desarrollo son muy positivas», aseguró Martino.

Además, el avanzado estado de las obras permitirá la apertura de la calle Coronel Bravo para el próximo mes de julio, con lo que se facilitará a los usuarios el acceso a la playa en la época estival. Los trabajos se centrarán en la calle Darío de Regoyos durante los meses veraniegos.

Uno de los secretos que ha permitido que Ferrovial haya acortado notablemente los plazos estimados en esta obra es la complicidad con la bajamar, ya que hay determinadas actuaciones en la zona que se pueden realizar de una forma más rápida con la marea baja.

Así que, en horas fuera de la jornada laboral habitual, los operarios que trabajan en esta obra riosellana «aprovecharon la bajamar para adelantar determinadas actuaciones», concluyó Martino.

Además de estos plazos de trabajo adelantados a todas las previsiones que se había fijado la empresa adjudicataria de las obras al inicio de las mismas, el encauzamiento del río San Pedro cuenta, por petición popular y municipal, con una comisión de seguimiento integrada por todas las partes implicadas en las obras y afectadas por ellas: vecinos, Ferrovial, la Confederación Hidrográfica del Norte y el Ayuntamiento de Ribadesella.