Quintana (Llanes),

Emilio G. CEA

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico acomete la mejora del río Calabres, conocido como el «Guadiana asturiano», dado que discurre bajo tierra durante buena parte de su recorrido por el concejo de Llanes. Tras ejecutar el acondicionamiento y la defensa de las márgenes del río aguas arriba del punto donde éste se sume bajo tierra (entre Quintana y Posada, muy cerca del campo de fútbol de La Corredoria, en una zona en la que se forma una laguna, a la que también vierte sus aguas el arroyo Colió), la Confederación actúa desde ayer en la balsa de retención de sedimentos, que impide que se ciegue el sumidero en el que desaparece el río.

El Calabres, al igual que el cuarto río más largo de España, desaparece a través de un sumidero, para volver resurgir en Niembru, a escasos cien metros de su desembocadura, junto a la iglesia de Barru. El Calabres avanza bajo tierra a través del complejo kárstico de la Llera, un gigantesco «queso de Gruyere» subterráneo, situado entre Posada, Bricia, Quintana y Balmori. La acumulación de sedimentos a la entrada del sumidero provocaron decenas de inundaciones en Quintana y Posada. Las obras de encauzamiento del Calabres, ejecutadas en los años noventa del siglo pasado, acabaron con las avenidas.

Varios operarios, con una pequeña máquina excavadora y una bomba hidráulica, se afanaban desde ayer por la mañana en la retirada de parte del agua de la balsa de sedimentos, para de esta forma poder quitar la arena aquí retenida. La crecida del río registrada durante estos días y el estancamiento de la arena que éste arrastra hasta este lugar han hecho que se aceleren los trabajos para eliminar el agua y poder meter la excavadora encargada de quitar la arena sin riesgo de que ésta pueda hundirse. El objetivo es realizar un dragado de mantenimiento de la trampa de sedimentos y la laguna, para devolverle a ésta la capacidad de retención de sólidos. Las obras, adjudicadas a la empresa Tragsa, cuentan con un presupuesto de 132.474,49 euros y afectan a una longitud de aproximadamente 260 metros.

Durante el transcurso de esta actuación se aprovechará también para reparar un tramo de unos veinte metros de la escollera de protección de las márgenes de la balsa de retención de sedimentos situada a la entrada del sumidero. La rotura del geotextil existente en este punto ha facilitado la filtración del agua por este lugar, a través de la escollera, lo que a su vez ha ocasionado el lavado de materiales y la aparición de una zanja tras la defensa de piedras que aumenta el riesgo de desestabilización del terreno y afecta a la seguridad del paso por la senda peatonal que circunvala la balsa de retención de sedimentos.

También se actuará sobre la depresión del terreno aparecida en la margen derecha de la laguna, sellando las posibles fugas que pudieran existir y que podrían ser la causa de esta depresión. Los trabajos acabarán con el acondicionamiento de la vegetación de ribera, mediante podas, desbroces y selección de pies arbóreos, así como una retirada de las basuras dispersas presentes en la zona.