Benia de Onís (Onís),

Ignacio PULIDO

Si el concejo de Onís se pudiese asociar a un sabor, ése sería el del queso Gamonéu, cuya variante elaborada en las majadas de los Picos de Europa es considerada la más cara del mundo. El próximo día 25 el municipio celebrará el popular certamen en honor de este manjar. Con las Navidades a la vuelta de la esquina los productores advierten de que la crisis aún no afectado a este producto, y presagian una gran campaña.

El quesero Enrique Remis elabora Gamonéu desde su infancia en la majada de Belbín. Remis y otros dos queseros de Onís y Cangas son los únicos queseros de puerto inscritos en el consejo regulador para la denominación de origen. «La vida en el puerto es muy dura. Se permanece allí durante cuatro meses, de cuales tres se dedican a elaborar el queso. Por lo general, el 1 de junio subo con mi familia», comenta Remis, el cual afronta las jornadas en los Picos de Europa acompañado por su esposa, Pilar Amieva, y su hijo Raúl.

«Todos los días es igual. Por la mañana se ordeña el ganado y por la tarde se hace el queso, que se cura en la cabaña para luego madurar en cuevas», explica Remis, que advierte del progresivo abandono de las majadas. «La Administración tiene que tomar muchas medidas. Se deberían limpiar los pastos y habría que tomar medidas contra el lobo, es el culpable de que la gente abandone los Picos. Antes los pastores no lo dejaban pasar», matiza.

El matrimonio compuesto por Rosa Sánchez y José Antonio Sánchez regenta desde hace quince años la quesería Vega de Ario, la primera en ser instalada en el valle de Onís. «La presente campaña está siendo muy buena. Se está vendiendo mucho», subraya Rosa Sánchez. Y añade: «Ya estamos pensando en las Navidades».

A pesar de ser más llevadera, la vida de los queseros en el valle no está exenta de largas jornadas laborales. «De siete de la mañana a tres de la tarde se elabora el queso. Después, por la tarde, se tiene que atender al ganado y ordeñar», afirma, y prosigue señalando que «el queso del puerto se diferencia por que los animales se alimentan por completo de lo que ofrece la naturaleza». «Creo que la escasez de trabajo en el valle animará a muchos a subir de nuevo al puerto», sostiene mientras da vuelta a unos quesos.

Tras 60 días de maduración, indispensables al tratarse de un queso elaborado con leche cruda, el Gamonéu está listo para ser comercializado. Enrique Remis prevé agotar todas sus existencias el próximo día 25, con motivo de la celebración del certamen. «El mes de octubre es cuando más se vende, debido a la feria del Pilar en Cangas de Onís y al certamen. Particulares y restaurantes acuden para comprar el producto. Mucha gente llega atraída por el gamonéu», precisa. El domingo Benia ofrecerá de nuevo lo mejor de su tierra, un queso cuyos kilogramos pueden llegar a alcanzar un precio de 35 euros.

La sidrería El Pareón, sita en Sirviella, celebra todos los fines de semana de octubre las VII Jornadas gastronómicas del queso gamonéu. Su artífice, Soraya González, que en la imagen muestra un folleto de las jornadas, ofrece a los comensales más exigentes un menú en el que el preciado queso se alza como protagonista de la carta. La hostelera señala que el gamonéu «atrae cada año al concejo de Onís a centenares de turistas llegados de toda Asturias», informa Ignacio PULIDO.