Ribadesella, María TORAÑO

Las cabañas y bungalows son actualmente el «producto estrella» de los campings, aseguró ayer el presidente de la Asociación de Empresarios de Campings de Asturias, Ramón Álvarez, durante la comida anual del colectivo, que se celebró en Ribadesella. Según la legislación vigente, cuanto menor es la categoría del establecimiento, menos metros cuadrados tiene la obligación de destinar a cada cabaña, con lo que los de categorías inferiores «juegan con ventaja», algo que «debe cambiar», agregó Álvarez. En la actualidad los campings de tercera categoría tienen que disponer de 50 metros cuadrados por bungalow, los de segunda de 60, los de primera de 70 y los de lujo de 90. «Lo que pretendemos es que todos destinemos 50 metros cuadrados de nuestro terreno a cada cabaña, para estar en igualdad de condiciones», solicitó el presidente de la asociación.

La directora general de Turismo del Principado, Elisa Llaneza, que también asistió a la comida, coincidió con Álvarez al señalar que «con la legislación tal como la tenemos se penaliza a los campings de más categoría», y anunció que se modificará porque «las cabañas de madera son fundamentales para mantener la estabilidad en el sector, permiten que la actividad campista se realice cualquier día del año y son construcciones muy integradas en el medio natural».

Por otra parte, el presidente de la asociación -que engloba a casi la totalidad de los establecimientos de acampada de Asturias- aseguró que antes del inicio del verano estaban «muy preocupados por la crisis», pero que al concluir la temporada los datos no han sido tan malos, con una ocupación de las cabañas prácticamente del cien por ciento en julio y agosto y unas cotas de campistas del 90 por ciento en agosto y de en torno al 50 por ciento en julio.

«Hemos recuperado a esa gente que nos había abandonado porque parecía que nada era suficiente para ir de vacaciones y se han dado cuenta de que ofrecemos calidad bastante», añadió Álvarez, quien manifestó que «duele que a estas alturas se nos considere un turismo de baja calidad porque nos visita desde la clásica pareja de estudiantes que quiere ahorrar hasta la familia que tiene con una autocaravana carísima, que al salirles más baratas las vacaciones van a comer y cenar a restaurantes o se apuntan a excursiones organizadas». Según el presidente, las empresas de camping fueron las primeras «especializadas en turismo» y hoy en día continúan «apostando por la calidad».