Panes (Peñamellera Baja), Rebeca AJA

El jardín botánico de Panes sigue sin completar su colección vegetal. El proyecto municipal permanece estancado, a la espera de que se resuelva la convocatoria de este año de subvenciones destinadas a actividades en el interior del área de influencia socioeconómica del parque nacional de los Picos de Europa, en el territorio correspondiente al Principado de Asturias.

El Ayuntamiento de Peñamellera Baja tiene solicitada la financiación de la segunda fase del proyecto para crear, entre otras cosas, un «semillero» de especies autóctonas del parque. Según el Consistorio, este objetivo culminaría la zona ajardinada que se ha creado a lo largo de un paseo circular de unos tres kilómetros en la vega de Panes. Durante una primera fase se dotó la zona de las principales muestras de la flora del parque nacional y su identificación, pero aún está pendiente de plantar alguna especie más. La ejecución de esos primeros trabajos corrió a cargo de los alumnos del Taller de Empleo «Cuera» y consistió en la plantación de doscientas especies, árboles y arbustos.

La idea del jardín botánico ha estado liderada por la arquitecta municipal Marta Llavona y el biólogo Juan Antonio Valladares. La iniciativa perseguía crear un área verde con representación de algunas de las especies más significativas del entorno protegido de Panes, el parque nacional de los Picos de Europa y la sierra del Cuera.

En la búsqueda de financiación para ejecutar el proyecto, el Ayuntamiento de Peñamellera Baja presentó la propuesta a un concurso de la Fundación Biodiversidad. No ganó, no logró subvención económica, aunque logró colarse entre los diez mejores proyectos. Pero a principios de este año, la línea de subvención de Parques Nacionales impulsaba la primera fase del proyecto y permitía completar, así, la obra del paseo fluvial concluida en La Brañona por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

En definitiva, se revitalizaba un emblemático espacio verde y de recreo de Panes, el de la vega de La Brañona. Una zona donde el nuevo paseo fluvial se unía al ya existente junto a la confluencia de los ríos Cares y Deva, al área recreativa, al campo de fútbol, a la piscinas y al parque de gerontogimnasia de La Brañona.

La primera fase del proyecto, además de la plantación de varias especies y la colocación de los primeros carteles explicativos, se completó con la instalación de alumbrado público el pasado verano. Más de un centenar de farolas de bajo consumo. Para los primeros trabajos, el Ayuntamiento calculó una inversión de 41.000 euros, pero la subvención del Principado sólo alcanzó los 24.000 euros.

El jardín botánico de Panes se extiende a lo largo del paseo fluvial que recorre la vega, desde la zona El Tilo hasta las ruinas de la ermita de San Juan de Ciliergo (cuya restauración, por cierto, sigue a la espera de otro proyecto, el del plan comarcal de «Paraíso Rupestre»). A la espera, también, de que se resuelvan las subvenciones al área de influencia del parque nacional de los Picos de Europa (para la cual hay reservados 600.000 euros) está otro plan municipal, el de urbanización del casco urbano de la localidad de Cuñaba.