Llanes, María TORAÑO

«¿Por qué voy a rectificar si creo que no cometí ningún delito?». Así de tajante se mostró ayer la alcaldesa de Llanes, la socialista Dolores Álvarez Campillo, durante su declaración en el Juzgado de la villa, al que acudió como querellada por una denuncia por injurias interpuesta por el líder del PP local, Fidel Sánchez. El asunto se remonta a un Pleno municipal celebrado en noviembre de 2008, en el que la regidora se refirió a los «presuntos antecedentes del portavoz del Partido Popular, tanto personales como penales». Sánchez, que exigió en varias ocasiones una rectificación a la Alcaldesa, presentó ayer un certificado del Registro Central de Penados y Rebeldes en el que no consta ningún antecedente penal.

Álvarez Campillo se ratificó durante la vista pública en su declaración de febrero del año pasado y aseguró que no rectificó sus declaraciones en el acto de conciliación porque desde su punto de vista «no ofendí a nadie, porque a lo que me refería era a sus antecedentes de pasar por los Juzgados». La Alcaldesa reconoció que fue «una equivocación» y que ahora ya sabe «distinguir entre lo que son los antecedentes penales y los judiciales».

A lo largo de la hora que duró la vista -perteneciente a la fase de instrucción del caso- ambos políticos recordaron algunos de los momentos del polémico Pleno y respondieron a las preguntas de sus respectivos abogados. La defensa de la Alcaldesa relató que aquel día Fidel Sánchez había sido llamado al orden «hasta en siete ocasiones» por «continuas interrupciones».

Asimismo se refirieron a algunas de las frases despectivas que el presidente del PP habría dirigido a Álvarez Campillo aquel día y en anteriores ocasiones. En este punto, Sánchez pidió que no se sacasen de contexto sus expresiones porque ése no había sido el desencadenante de las presuntas injurias de la Alcaldesa. Lo que motivó la reacción de la titular de la Alcaldía llanisca fue la solicitud de «unos expedientes y unas partidas de gastos a los que nunca habíamos tenido acceso», aseguró Sánchez.

«Es muy difícil que ante la declaración de una autoridad puedas restituir tu credibilidad al estado anterior en el que estaba por todo el despliegue mediático y la repercusión que sus palabras tuvieron», se lamentó el líder de los populares. Por su parte, la regidora agregó que lo que tuvo repercusión pública no fueron sus palabras, sino «el circo posterior», y recordó que había pedido disculpas a los vecinos del municipio «por el espectáculo que estábamos dando».

Tras las declaraciones, la juez y la fiscal se retiraron a ver el vídeo del Pleno del 5 de noviembre de 2008 y el caso quedó a la espera de que se firme una resolución. «Ahora se abren tres posibilidades», explicó el abogado de Fidel Sánchez, Roberto Roces, «pueden mandar el caso a Oviedo para juzgarlo por lo penal, puede rebajarlo de delito a falta si considera que la injuria no fue tan grave o puede entender que no hubo ni delito ni falta. En los dos últimos casos recurriríamos la sentencia», agregó. Según Roces, está probado que «la Alcaldesa profirió esas expresiones y cuando tuvo la ocasión de rectificar no lo hizo, lo cuál es más grave». El abogado opinó que en la vista de ayer lo único que intentó hacer la defensa fue «marear a la juez, sacando las cosas de contexto».

Ni el abogado defensor ni la Alcaldesa, que lamentó no poder estar ayer en la Feria Internacional de Turismo de Madrid por estar citada en el Juzgado, hicieron ningún tipo de valoración al concluir la vista.