Arriondas, B. MORÁN

María Dolores Menéndez no ocultó su emoción al hablar de su inminente despedida como gerente del hospital. Menéndez confesó haber sido recibida en el Grande Covián con prejuicios. «Yo no entré aquí con prejuicios, pero sí los recibí al llegar», confesó, en lo que pareció una velada referencia a algunos miembros del comité de empresa. En todo caso, la gerente aseguró que en su maleta llevará, sobre todo, los «buenos recuerdos» y que echará de menos «a mucha gente de este hospital, en el que hay grandísimos profesionales». Defendió a su equipo directivo y aconsejó a su sucesor «mantener a estos grandes profesionales con los que he tenido la suerte de trabajar».

Sobre su sucesor aseguró que no lo conoce personalmente, pero dijo que todas las referencias que tiene sobre él son «excelentes» y que «será un gran gerente». La oncóloga aseguró que su destitución era algo que esperaba. «Si se incorpora un órgano distinto es lógico que se nombre a un cargo de confianza», destacó Menéndez, quien se mostró «muy agradecida» al anterior patronato, presidido por José Ramón Riera, por «confiar en mí para el puesto por el que he trabajado cada día con mucha ilusión».