Ribadesella, Bárbara MORÁN

Ribadesella es una de las villas más accesibles del norte de España; esto es, una de las que menos barreras arquitectónicas tienen en sus edificios y servicios públicos. Esta afirmación la avalan los tres premios nacionales que la capital del concejo ha logrado en estos últimos años por su sensibilidad y compromiso con el acceso universal. El «Reina Sofía», el premio «Aspaym» y el certificado «Aenor», son los galardones que certifican la buena accesibilidad de la villa riosellana. Una cualidad que la villa sigue conquistando paso a paso y siguiendo las pautas de su ambicioso plan de accesibilidad. Esta iniciativa se basa en un proyecto municipal para mejorar su accesibilidad, que fue realizado por la empresa Vía Libre, perteneciente a la Fundación ONCE. Ribadesella se sumó en el año 2007 a esta iniciativa e impulsó su propio plan de accesibilidad, una especie de guía que los gobernantes locales siguen para continuar apostando por una Ribadesella sin barreras arquitectónicas.

El proyecto realizado por Vía Libre revela los puntos menos accesibles de la villa y propone su transformación. Los últimos pasos de la Administración riosellana para seguir cumpliendo con su plan de accesibilidad se daban esta semana con nuevas obras que tienen como fin convertir Ribadesella en un destino universalmente accesible. Una de las dos actuaciones para eliminar barreras comenzaba el lunes en la iglesia de Ribadesella. En el lateral derecho de la puerta de entrada al templo se está instalando una rampa de acceso para facilitar el paso de carritos de bebés, discapacitados y personas con problemas de movilidad. Los trabajos concluirán en el plazo de unos días.

Otra obra culminaba esta semana y con ella un lugar de mucho tránsito ha ganado accesibilidad. Hace unos días, concluían los trabajos de ampliación de un tramo de acera peatonal en la avenida Palacio Valdés, a la altura de la gasolinera de El Cobayu. Con esta mejora los vecinos de la zona que acceden a la villa a pie ya disponen de más seguridad. Y estas acciones no serán las únicas. En las próximas semanas se realizarán doce rebajes de bordillos y aceras en las calles de la zona de la playa.

En los últimos años en Ribadesella se han realizado numerosas acciones para eliminar las barreras arquitectónicas: un ascensor en el Museo del Carmen, plazas de aparcamiento para discapacitados en todo el casco urbano y mejores accesos a la playa de Santa Marina, que cuenta con cuatro baños accesibles, ducha con silla, servicio de «anfibuggy» (silla anfibia) y aparcamiento. Además, está disponible en braille la información de recursos culturales de la villa como la ruta Paraísos Marineros y la Histórica del Puerto, realizada por el dibujante Antonio Mingote, que además dispone de sistema de megafonía. La lista de lugares accesibles para todo el mundo sigue creciendo en la villa.