Cangas de Onís,

J. M. CARBAJAL

Los ganaderos cangueses no las tienen todas consigo en cuanto a la posibilidad de que el Gobierno de Francisco Álvarez-Cascos incluya el lobo como especie cinegética en el Principado de Asturias. «La medida nos vale bastante, pero no es la solución», explicó el regidor de pastos de la Montaña de Covadonga, José Antonio García, pues podría darse el caso de que no afectase a la vertiente asturiana del parque nacional de los Picos de Europa. En la actualidad, el lobo está en Asturias en una especie de limbo, puesto que ni está declarada especie cinegética ni tampoco especie protegida.

«A nosotros nos gusta el modelo que emplean en la vertiente leonesa del parque nacional (donde el lobo es especie cinegética) y ése es el que queremos que también se imponga en la zona asturiana del espacio natural protegido. Siempre defendimos, y lo continuamos defendiendo, ese modelo que se aplica en Castilla y León. El lobo tiene que ser especie cinegética también dentro de los límites del parque nacional y no únicamente fuera de ese territorio de la comunidad autónoma asturiana», sentenció García.

La declaración del lobo como especie cinegética permitiría organizar cacerías en los Picos de Europa. En la actualidad, en el interior del parque nacional se ejecutan de forma puntual controles de población, pero sólo cuando las autoridades del espacio protegido lo estiman conveniente por el número de daños o por otras causas.

El pasado 10 de agosto fue abatida una loba adulta en la zona conocida como Pilordoña, en el distrito de Pan de les Colines, en el interior del parque nacional.

Aquella actuación cinegética, denominada oficialmente «control poblacional» fue llevada a cabo por personal adscrito al espacio natural protegido y con ello se trató de paliar el creciente malestar entre los ganaderos de Cangas de Onís que suelen soltar sus reses en los pastizales del puerto de la Montaña de Covadonga y que sufrieron en fechas recientes numerosas bajas, sobre todo de terneros, puesto que apenas si hay ya ganado menor en los pastizales de altura.

«Que matasen esa loba ha sido muy positivo para los ganaderos de los Picos de Europa», aseveró el regidor de la Montaña de Covadonga, quien hace apenas un mes denunciaba la pérdida, por ataques de los lobos, de alrededor de una treintena de terneros -entre muertos y desaparecidos- en las zonas de Pan de les Colines y Güesteguerra, distritos conocidos como 5 y 2, respectivamente, del susodicho puerto de la Montaña de Covadonga, en la vertiente canguesa del parque nacional. La presión de los ganaderos surtía efecto hace unas semanas, al autorizar nuevas batidas. Los anteriores controles se habían realizado en abril y mayo.

Otro asunto que igualmente está preocupando mucho a los ganaderos de Cangas de Onís y los municipios limítrofes es la demora en el nombramiento del nuevo director general de Ganadería del Principado de Asturias, pues quieren plantearle las preocupaciones que padecen actualmente en el sector. «Nos está durando que no se haya nombrado ya un director de Ganadería, a ser posible asturiano. No sé a que esperan», señaló José Antonio García, más conocido por «Toño el de Mestas».

Las autoridades del parque nacional reconocían en diciembre de 2010 no saber el número exacto de lobos existentes en el espacio protegido, e incluso admitían que tenían serias dudas acerca de si hay manadas en zonas como Cabrales, Dobres o San Glorio.