Párroco de La Riera, Pivierda, Lliberdón y Colunga

Colunga, P. MARTÍNEZ

Gaspar Muñiz Álvarez nació en Oviedo hace treinta y tres años y aprendió el «oficio» en Cabranes, de donde se ha ido «apenado». El domingo día 25 de este mes se estrenará en la misa de seis, en la iglesia de Colunga.

-¿Conoce a su antecesor?

-Sí, del Seminario. Solían mandar con él a compañeros para que vieran su formación, gustaba mucho su estilo de abrirse a la gente y, si veían a alguno tímido, lo enviaban.

-¿A usted le enviaron?

-No, a mí no.

-¿Objetivos en Colunga?

-Solo tengo uno: que todo el mundo, sea creyente o no, tenga muy claro dónde está el cura y que puede contar con él.

-La Iglesia tiene problemas de relevo generacional. ¿Cómo cree que podría solucionarse?

-Por cada sacerdote que se ordena hay diez o doce que fallecen. Pero esto se puede arreglar: hay que perder el miedo a proponer la vocación sacerdotal, que vean que ser cura es algo tan razonable como cualquier otra cosa.

-¿Qué imagen cree que tienen los sacerdotes?

-Nos rodea un cierto halo de misterio o de intriga. Por eso es tan importante la forma de vivirlo. Creo que la gente no es consciente de lo feliz que es un cura.

-¿Sabe cómo está la fe en el concejo de Colunga?

-No tengo ni idea y creo que venir en blanco ayuda. Lo que sí sé es que si pasó Segundo por aquí, la Iglesia no es ajena a la sociedad, no es ninguna entidad oscura y cerrada.

-¿Tiene alguna receta para la escasez de jóvenes en los bancos de la iglesia?

-Hace falta tiempo para estar con ellos y un cura lo que no tiene hoy es tiempo. Si a la poca juventud que había en Cabranes le dedicabas tiempo, estaba contigo. Pero hay un peso tan excesivo en el culto que deja poco margen de maniobra.

-Usted es conocido por su defensa de internet y las redes sociales.

-¿No fue San Pablo al Areópago? Pues vamos nosotros allá; si sólo vemos lo negativo de las cosas, no se salvan ni los curas.

-¿Cree que en la Iglesia sólo se ve lo negativo de la red?

-Con la media de edad que hay, tienen miedo porque lo desconocen.

-Usted tiene perfil de Facebook. ¿Qué publica?

-No comento el Evangelio, pongo cosas personales. Por ejemplo, que el día en que me dieron el nombramiento no pude dormir. -También tiene un blog.

-Sí, que cerraré próximamente porque subía cosas de la parroquia de Cabranes. Con el tiempo, abriré uno aquí.

-¿Qué le parecieron las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebraron en Madrid?

-Me sorprendieron. Había ido a algunas y no me entusiasmaron, me parecían un baño de masas un tanto interesado. Pero este año fui con chicos de Cabranes y se hizo realmente bien, no hubo ningún tipo de complejo victimista y me gustó mucho ver a tanta gente que reza, que ríe y que canta.

-Ha estado estudiando sobre el patrimonio artístico del concejo, ¿qué le parece?

-Antes de saber que venía, leí la publicación del abad de Covadonga sobre el centenario de la peregrinación de Colunga y ahora ando detrás de un libro sobre la Virgen de Loreto. Además, me llama mucho la atención la iglesia de La Riera, y la de Colunga me parece un ejemplo de neoprerrománico muy bonito.