Poo de Llanes

-¿Recuerda cuándo decidió que quería pintar?

-Siempre me cuenta mi madre que, de pequeña, lo único que hacía era dibujar y pintar. Todavía encontré el otro día dibujos de cuando tenía 4 años. La asignatura que más me gustaba era Plástica; el problema llegó cuando tuve que elegir entre quedarme aquí y hacer algo que no me gustaba o irme a Gijón a hacer el Bachiller Artístico. Y me fui.

-¿Se sintió apoyada en esa decisión?

-Sí, cuando tuve que decidir mis padres me animaron mucho y se lo agradezco, no sé qué hubiese hecho si no. También me apoyaron mucho en el colegio y en el Instituto.

-¿Qué pintaba cuando era pequeña?

-Prácticamente lo mismo que pinto ahora. El protagonista en mis pinturas es la figura humana y los dibujos que encontré eran todo muñecos. Me hizo gracia seguir haciendo lo mismo que hace 24 años.

-Hace pintura pop, ¿qué información da esa etiqueta?

-La pintura pop surgió después del expresionismo abstracto, que no había quién lo entendiera. La gente quería hacer un arte para el pueblo, con imágenes que se puedan reconocer. Yo hago imágenes bastante fáciles, que entran por el ojo, me gusta que a simple vista sea reconocible, muy colorido, muy actual. No son cuadros de entender, son cuadros para ver.

-El pop se ha puesto de moda. ¿cómo le está afectando esa tendencia?

-Cuando una cosa se pone de moda, se comercializa hasta tal punto que todo el mundo va con la misma ropa y en todas las tiendas de fotos te ofrecen tu propio retrato pop. Que las cosas se pongan tan de moda no me gusta.

-¿Qué tiene que atrae?

-Dentro del arte, el pop es muy fácil de reconocer y resulta muy fácil que a la gente le guste. Sobre todo el estadounidense, que es lo que ves y no hay más. El pop británico es más conceptual, tiene más historia detrás.

-Su estilo, ¿dónde lo sitúa?

-A mí me gusta mucho más el pop inglés. No es como, por ejemplo, Warhol, que hacía serigrafías de un bote y ya está. El inglés sí que tenía un trasfondo diferente, la técnica y todo. Me fijo en David Hockney, Peter Blake...

-¿Qué tipo de reflexiones hay en su obra?

-Tienen bastante que ver conmigo, con mi forma de ver las cosas, la música que escucho; lo que pinto me sale así. Hago lo que a mí me gusta ver, uso los colores que me gustan para mi habitación, para mi casa, mi forma de vestir. Recreo un poco mi mundo; aunque no lo sean, son todos autoretratos de mi forma de ser, mi forma de ver las cosas...

-Destaca que la muestra en la sala Borrón, en 2010, fue su primer reconocimiento importante, ¿Qué supuso para usted?

-Más que nada darme a conocer. La exposición era parte del premio «Culturaquí», con el que vas a una entrega y conoces a comisarios y a otros ganadores. Entrar en el círculo es muy difícil, a no ser que tengas un reconocimiento de este tipo. Aquello me abrió bastante el círculo aquí en Asturias; a raíz de ahí gané algún otro concurso y se puso en contacto conmigo la galerista Adriana Suárez, de Gijón.

-¿Cree que hay muchos artistas que se quedan fuera del circuito?

-Yo creo que sí. Es que hay mucha gente; por ejemplo, en primero de carrera, en Bilbao, éramos casi cuatrocientos, y eso de la gente que estudia, que luego hay muchos que pintan y hacen videos y no estudiaron la carrera.

-¿Qué alternativas hay?

-Seguir por su cuenta y trabajar más duro, porque una galería te facilita contactos y te posibilita a ferias. Yo, ahora, con Adriana Suárez, estaré en la feria «Jazz Madrid», del 16 al 19 de febrero, y esto te abre a que otra gente pueda conocer tu obra. Si no tienes galería, si estás solo, no tienes manera de hacerlo.

-¿Se venden cuadros en las exposiciones?

-Depende. Ahora, con la que está cayendo, creo que cada vez menos. Yo, por ejemplo, en las que tuve vendí un montón, pero acabo de empezar y son precios bastante asequibles. Vivir sólo de esto me parece imposible, habría que vender muchísimos cuadros y a un precio muy alto.

-¿Considera que Internet se ha convertido en el nuevo canal comercial del arte?

-Internet me parece la mayor galería, la mejor, porque lo que pongo lo ven mis contactos del Facebook, seguidores del blog, del Twitter... Pero los que van a las exposiciones y compran igual no están metidos en las redes sociales, es gente de determinada edad. Los jóvenes, que sí están, no tienen ni para pagar un piso. Además, en la red pongo técnica y medidas, pero no el precio, no me gusta que mis cuadros se vean como mercancía.

-Además de pintar, tiene un grupo de música, «Los Bonsais», y en poco tiempo ya tendrán un disco. ¿Cómo surgió?

-Fue de risa, empezamos de broma mi novio y yo. Él tenía grabadas unas bases, yo probé a cantar y lo colgamos en el Facebook. Este año volvimos a hacerlo y en una semana nos llamaron de una discográfica. Debutamos en Madrid y tuve que comprarme una guitarra eléctrica. Aunque no trabaje, estoy que no paro.

-En la portada de su disco sale la playa de Andrín.

-Sí, y los videoclips están hechos en Poo, en la playa de San Martín, y en Piloña, en la casa de mi abuela.

-Han actuado en Madrid y están nominados a los premios AMAS, ¿para cuándo una actuación en Asturias?

-Estaremos el 10 de marzo en Gijón en la sala Class.

Pintora precoz y cantante

Helena Toraño nació en Poo de Llanes en 1984. Es la mediana de tres hermanas. Estudió el Bachiller Artístico en La Laboral de Gijón y se licenció en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, Leioa. Ha expuesto en la Casa de Cultura de Llanes y en Nueva. En 2004 quedó primera en el Concurso de Mujeres Pintoras del Oriente. Con 4 años ya pintaba figuras humanas. Hace pocos meses que se convirtió en vocalista y guitarrista del grupo «Los Bonsais». Sonríe con mucha frecuencia y, en sus pinturas, recrea sus gustos y su punto de vista.