Infiesto (Piloña),

Lucas BLANCO

Si hay algo en lo que coinciden mayoritariamente los habitantes de Piloña es en denunciar el nefasto estado en el que se encuentra la red secundaria de carreteras del concejo. Estas quejas se ponen especialmente de relieve a la hora de preguntar a los vecinos por la situación de las vías AS-254 y AS-258 que unen la capital del municipio piloñés con las localidades de Campo de Caso y Colunga respectivamente, en lo que suponen las principales salidas hacia las cuencas mineras y hacia la costa.

Ambos viales se encuentran actualmente en una situación precaria, pues en la gran parte de los 60 kilómetros que acumulan entre ambas los baches, lejos de ser una excepción, son la tónica habitual y, en algunos casos, los vecinos no dudan en catalogarlos como hondonadas, debido a su gran tamaño.

A pesar de que las carreteras han sido siempre objeto de promesas electorales, el tiempo sigue pasando y las reparaciones siguen sin llevarse a la práctica. Claro ejemplo es el de la AS-254, cuya reparación financiada en un 75% por los fondos mineros ha vivido numerosos anuncios tanto por los ejecutivos de Areces como más recientemente por el actual Gobierno regional, que licitó la obra el pasado diciembre. Sin embargo, los últimos recortes del Gobierno Central en los fondos mineros podrían afectar. Los vecinos ya se temen lo peor.

Es el caso de la hostelera de La Marea Maruja Ovana, que lleva pidiendo a gritos durante años la reparación de la carretera a Campo de Caso y dice haber perdido ya hasta la esperanza. «Llevan años engañándonos con que la arreglan, pero nunca cumplen», indica la hostelera, que culpa al estado del vial del descenso de visitas a la zona, mientras que el presidente de la junta vecinal de La Marea, Valentín Santos, denuncia que «la carretera ya no está apta para el paso de los coches».

En lo que respecta a la vía hacía Colunga, la situación es similar. Sus alrededor de 30 kilómetros discurren por caminos bacheados, estrechos e invadidos por la maleza. Algo que echa para atrás a los turistas que, en cuanto a distancia, tienen en esta carretera la vía más cercana de Infiesto hacia el mar junto con la AS-255 que discurre entre Infiesto y Villaviciosa. «No se puede tardar media hora en recorrer treinta kilómetros», declara el presidente de la junta vecinal de Pintueles, Genaro Alonso, que sostiene que con un arreglo el viaje a Colunga se acortaría 15 minutos.

Por su parte, el presidente de la junta vecinal de Borines señala que «es un sufrimiento ir a Colunga por esa carretera» y aboga por su reparación íntegra, además de por la creación de una glorieta que sirva para terminar con los constantes accidentes que se producen en el cruce que une la misma con la Nacional 634 a laltura de Villamayor.