Cardes (Piloña),

Lucas BLANCO

Los vecinos del pueblo piloñés de Cardes llevan varios días sin poder dormir totalmente tranquilos. Lo que en un principio fue una pequeña serie de pequeños hurtos, en las últimas semanas se ha convertido en toda una oleada de robos que han alcanzado incluso a varias casas de aldea de la zona, así como a un vehículo de un particular.

El último de los delitos tuvo lugar en la madrugada del pasado viernes, cuando los ladrones entraron en una vivienda dedicada al turismo rural, rompiendo una pequeña ventana del primer piso. Según indica el propietario de la vivienda, quien prefiere mantenerse en el anonimato, los allanadores habrían aprovechado su estancia para pasar una noche de amor. «La cama estaba desecha y se bebieron una botella de vino para luego llevarse buenar parte del mobiliario de la habitación», asegura el afectado.

Días antes, otro vecino había denunciado el robo de un coche de su propiedad que, sin embargo, fue encontrado poco después, abandonado en otro punto del pueblo tras haber sido esquilmado. «El vehículo apareció sin daños mecánicos, pero se habían llevado herramientas y utensilios de jardinería que había en el maletero», explica Daniel Allende, propietario del turismo.

Estos dos hechos aislados se suman a otros delitos cometidos en la zona en los últimos tiempos en los que se han visto afectadas varias cabañas, así como la decoración navideña de numerosas viviendas y todo tipo de materiales y herramientas de metal. Según los vecinos, estos sucesos son cada vez más graves y habituales. «Al principio robaban pequeñas cosas, como cierres de fincas; ahora ya se están pasando, entrando en casas y en cabañas», explica la presidenta de la junta vecinal Lucía Valle, al tiempo que señala la preocupación de los vecinos, pese al refuerzo de las medidas de seguridad. «Han aumentado las patrullas de la Guardia Civil, pero la gente no puede evitar estar preocupada», añade Sierra.

Aunque aún se desconoce la identidad de los autores de los robos, el hecho de que abandonaran el coche robado en Cardes y que recientemente se encontrasen varias de las herramientas robadas también en la localidad hace pensar a los afectados en un grupo de jóvenes que comenzó a merodear por el pueblo al mismo tiempo que comenzaron los delitos y que podrían estar entrando en las viviendas vinculadas al turismo rural para pasar la noche. De momento, la Guardia Civil ya está investigando los hechos y ha reforzado la vigilancia nocturna para tranquilidad de los vecinos.