Ribadesella, P. MARTÍNEZ

Fueron los primeros del año en visitar la cueva de Tito Bustillo, pero ninguno lo sabía. Las seis personas que ayer a mediodía accedieron al yacimiento paleolítico riosellano, todos de fuera de Asturias, supieron que se había abierto la temporada en sus lugares de alojamiento.

Una recomendación que todos agradecieron y prometieron repetir en su entorno, ya que la cavidad les pareció «muy interesante», como describió la madrileña Asunción Herrero. Ella la visitó junto a su marido y confesó que «las figuras pintadas» fue lo que más le impresionó. Herrero no se lo esperaba, porque ni siquiera sabía de la existencia de la cueva, hasta que en el hotel de Arriondas en el que se aloja le hablaron de la posibilidad de visitar el yacimiento.

Sí lo sabía, porque lo había estudiado en Historia del Arte, el valenciano Alberto Alabau, que subrayó el buen estado de conservación de las pinturas y «lo grande que es la cueva». El joven estudiante de comercio internacional se aloja con su novia, Elena Benlloch, en un establecimiento de la localidad parraguesa de Las Rozas. Ambos han aprovechado unos días libres entre épocas de estudio para visitar Asturias y aplaudieron el adelanto de la temporada «para que pueda verla más gente». Patricia Mayo y Almudena Galán también son Madrid y pensaban que la cueva estaba cerrada hasta que en su casa rural de Loroñe (Colunga) les comentaron que abría ayer. Las madrileñas se resarcieron con el yacimiento riosellano, ya que el martes intentaron visitar la de El Pindal, en Ribadedeva, y la encontraron cerrada.

La cavidad riosellana recibió, en los cuatro pases de ayer, un total de 29 visitas, la mayoría en el último, de las 16:15 horas. Entonces la expedición se quedó a un solo miembro de llenar el cupo, de quince personas, siendo el máximo total diario de 150. Los últimos visitantes de ayer venían de Vizcaya, en el País Vasco, y sobre todo de Castilla y León, ya que había zamoranos, leoneses y salmantinos. Según fuentes de la Consejería de Cultura, en torno a 3.000 personas han reservado ya su entrada para visitar el yacimiento paleolítico este año.