Cangas de Onís,

Ramón DÍAZ

La inminente ampliación del parque nacional de los Picos de Europa en 2.812 hectáreas (ahora suma 64.660) apenas si supondrá un aumento de la aportación económica del Estado al espacio protegido. El expediente de ampliación, que permaneció expuesto al público hasta la jornada de ayer, detalla que el Ministerio de Medio Ambiente, al margen de un posible incremento del número de guardas, sólo deberá aportar a las comunidades autónomas que gestionan desde hace trece meses los Picos de Europa 26.170,18 euros más cada año. Una cifra mínima en comparación con los 7,9 millones que alcanzó el Presupuesto del Parque el año pasado.

Las cuentas de las autoridades determinan que el coste medio de los capítulos 2 (gastos en servicios) y 6 (inversiones reales) del Presupuesto del parque nacional en el año 2008 -ejercicio que se toma como base para el cálculo- fue de 8,64 euros por hectárea. Dado que Peñamellera Alta, hasta ahora fuera de la zona protegida, entra en el Parque con 1.868 hectáreas, el Estado deberá aportar por este motivo, según estas cuentas, 16.138,45 euros. Y puesto que Peñamellera Baja pasará a tener 1.161,08 hectáreas (ahora oficialmente suma sólo 193, aunque esta cifra tan baja se debe a una mala medición) en el espacio protegido, el Ejecutivo central deberá aportar cada año 10.031,73 euros más. El total es el ya citado anteriormente: 26.170,18 euros, una cifra que supone que las sumas de los capítulos 2 y 6 del Presupuesto del Parque se queda en 558.662,4 euros. Claro que sumados los demás capítulos presupuestarios el Presupuesto subió hasta el año pasado hasta los 7,9 millones (este año se aprobó un Presupuesto de 5,5 millones, pero abierto a posibles nuevas aportaciones estatales, una vez que el Gobierno central apruebe sus cuentas de 2012).

En cuanto a la repercusión de la ampliación en el capítulo 1 (gastos de personal del Presupuesto), las autoridades defienden en el expediente que el incremento del gasto podría «diluirse en el actual de esta unidad», sin bien añaden que cabría valorar la necesidad de que se dotara al Parque de dos nuevas plazas de agente forestal o medioambiental, «dada la sobrecarga de territorio a vigilar que afecta al actual colectivo de la guardería de este parque nacional». En principio, la ampliación no requerirá la contratación de personal técnico.

La ampliación, por asimilación con la situación actual del Parque, implicará que el área de influencia socioeconómica de la zona ampliada se extienda a la totalidad de la superficie del municipio de Peñamellera Alta. En el Valle Bajo no hay cambios, puesto que al aportar previamente terrenos a la zona protegida el área de influencia alcanzaba ya a todo el concejo desde que se creó el parque de los Picos de Europa, en 1995. Seguirá sin existir en los Picos de Europa una zona periférica de protección, que sí existe en otros parques nacionales. Tampoco estimaron las autoridades del Parque que fuera necesario ningún régimen de protección preventiva durante la tramitación de la ampliación, puesto que no existen «singulares factores de perturbación en la zona propuesta».

La zona propuesta para la ampliación, que ya ha recibido el visto bueno de todos los órganos gestores y consultivos del Parque, no incluye ni los núcleos urbanos de la zona (Cuñaba y San Esteban en el Valle Bajo y Oceño en el Valle Alto), ni su entorno, tal y como exige la normativa vigente. Y se han excluido las fincas cuyos propietarios no aceptaron por escrito que pasaran a formar parte del Parque.

Las alegaciones presentadas (aún podría llegar alguna por correo en los próximos días) serán estudiadas informadas en las próximas semanas. El siguiente paso será trasladar la propuesta definitiva al Consejo de Ministros, al que compete aprobar la ampliación del Parque.