Ribadesella, P. MARTÍNEZ

Tienen 17 y 22 años y son los flamantes autores de dos cortometrajes que se proyectarán en el Festival de Cine de Gijón, cuya quincuagésima edición comenzó ayer. Pablo Casanueva y Mía Cardeña tienen en común su pasión por la comunicación audiovisual y que forman parte de la comunidad educativa del instituto Avelina Cerra de Ribadesella.

Casanueva estudia segundo de bachillerato y Cardeña acaba de terminar la carrera de Comunicación Audiovisual. Recién aterrizada de Latinoamérica, donde finalizó sus estudios, la joven creadora no pierde oportunidad para visitar su instituto. Los trabajos de ambos se mostrarán este domingo en el Día de Asturias del festival gijonés y su conversación deja una puerta bien abierta a la esperanza. Pablo Casanueva traslada su historia a la zona rural de hace unos cien años, cuando «un hombre sale a cazar y hiere a otro sin querer, algo que sucedía mucho antes. En lugar de pedir ayuda lo remata y el muerto comienza a aparecerse en sus sueños. El hombre acaba suicidándose», relata el joven estudiante, que aprovechó sus vacaciones de verano para realizar, junto a otros dos amigos, la cinta de poco más de diez minutos.

La obra de Mía Cardeña se sitúa en la ciudad mexicana de Guadalajara, en el tiempo actual. «Ultimat» narra una noche en la vida de una prostituta transexual, un colectivo ignorado y totalmente estigmatizado en México. Cardeña trabajó con actores locales y, además de contar la historia, quería que «entendieran por qué lo estaba contando, que se dieran cuenta del problema que había en su ciudad».

En un momento en que el pesimismo es el rey del mercado laboral, la joven espeta: «somos hijos de la crisis, lo importante es que seas activo y te intentes mover. Hay que tener paciencia y luchar».