San Cipriano (Piloña),

Lucas BLANCO

Las juntas vecinales de Mestres y San Juan de Berbío mostraron ayer su disposición a llevar a cabo las gestiones oportunas para adecentar el estado de la iglesia de San Cipriano, después de que LA NUEVA ESPAÑA publicase un reportaje sobre el estado de abandono y amenaza de ruina que presenta el edificio desde hace varias décadas.

La asociación de vecinos de San Juan de Berbío, parroquia en la que se levanta el edificio, anunció ayer que se reunirá en los próximos días con los representantes vecinales de Mestres con el objetivo de estudiar posibles medidas que ayuden a recuperar lo que consideran una de las joyas del patrimonio local.

Entre las medidas que se barajarían estaría la de efectuar una sextaferia con el fin de extraer toda la basura acumulada durante años en el interior de la iglesia y eliminar la abundante vegetación que amenaza incluso la estructura de este edificio, cuyos orígenes algunos datan en el siglo XIII.

Unas actuaciones que necesitarían del beneplácito del párroco de Infiesto, Manuel García, quien ya ayer manifestó que respaldará todas las acciones destinadas a las mejoras del templo, considerado una ermita más de la parroquia de San Antonio de Padua de Infiesto.

No obstante, el propio párroco recordó que en los últimos años ya había habido intentos por recuperar el edificio, pero finalmente no prosperaron ante la falta de apoyo económico. «Hace tres o cuatro años el Ayuntamiento barajó varios proyectos, pero no se llevaron a cabo por falta de financiación», señaló Manuel García.

Igualmente, explicó que el abandono de la iglesia se remonta a los años setenta. Según varios vecinos, el edificio fue utilizado hace tres o cuatro décadas para la organización de fiestas cuyos beneficios fueron destinados a la creación del hogar juvenil puesto en marcha por el párroco Víctor Ortiz de Urrutia y posteriormente fue desmantelado, siendo vendida parte de su infraestructura a una parroquia de Bimenes, ante la imposibilidad de la parroquia de Infiesto de hacer frente a su mantenimiento.

A pesar del paso del tiempo, la iglesia de San Cipriano aún conserva su estructura románica y su fachada propia de un estilo incluso anterior y es esto lo que llevó recientemente a los vecinos de Mestres a solicitar la señalización del templo como edificio de interés cultural.

«Muchos vecinos lo planteaban y lo hicimos llegar al Ayuntamiento, pero la falta de fondos no lo permitió», señala la presidenta de la junta vecinal, Sonia Estrada, que no oculta su ilusión porque el edificio sea rehabilitado. «La gente estaría encantada y recuperaríamos algo con mucha historia en Piloña», declara la representante vecinal, que espera que con la colaboración de todos los estamentos del municipio se pueda aprovechar culturalmente el edificio del concejo piloñés.