Cangas de Onís, Ramón DÍAZ

Bankinter ha presentado una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas de Onís por la presunta estafa protagonizada por el agente financiero J. L. G., que ha afectado a entre treinta y cuarenta clientes de la entidad, que reclaman una cantidad aún por determinar, pero que podría acercarse al millón de euros. Mientras tanto, varios clientes de Bankinter han asegurado a este periódico que J. L. G. operó con sus cuentas en los primeros días del mes de enero, cuando Bankinter ya había cancelado su relación con él. El de Bankinter es el segundo escándalo financiero conocido en Cangas de Onís en cinco meses, tras el del Banco Pastor, que supuso la desaparición de casi 5 millones de euros de 45 clientes por los manejos del que fuera director de la entidad M. M. C.

En la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil, Bankinter realiza un relato de los hechos supuestamente protagonizados por J. L. G., quien pudo haberse apropiado de dinero de más de 30 clientes, accediendo sin su permiso a las cuentas, productos y servicios que habían contratado con la entidad. La denuncia se formalizó el pasado viernes. La Guardia Civil ya ha iniciado las investigaciones, que avanzan en coordinación con la auditoría interna que realiza el banco.

Bankinter iniciará esta misma semana el abono de las cantidades desaparecidas a algunos de sus clientes. Lo hará, tal y como avanzó hace unos días, «sin esperas ni juicios». Bankinter, según indicó un portavoz de la entidad, regularizará las cuentas y productos de los clientes en aquellos casos en los que esté fehacientemente demostrado que fueron víctimas de operaciones fraudulentas realizadas por J. L. G. En este caso estarían algunas de las personas que se han encontrado con créditos bancarios a su nombre sin haberlos solicitado, o aquellas que cuyos ingresos en efectivo, debidamente acreditados con resguardos con el sello del banco, no se hayan reflejado en sus cuentas. Algunos clientes tendrán que esperar a que las investigaciones en curso determinen si J. L. G. se apropió del dinero que reclaman.

Mientras tanto, continúan conociéndose casos concretos de clientes de Bankinter afectados por los manejos de J. L. G. Uno de esos clientes, que ha denunciado la desaparición de unos 60.000 euros, ha asegurado que el agente financiero operó en su nombre y sin su permiso cuando ya Bankinter había cancelado su relación con él, tras descubrir sus operaciones fraudulentas. Este cliente aseguró que J. L. G. dejó sus cuentas «a cero» el día 7 de enero, a través de la banca telefónica. Bankinter había roto su relación con el agente financiero el 31 de diciembre, tras descubrir ese mismo mes sus presuntos manejos ilegales. Este mismo cliente indicó que J. L. G. realizó sin su permiso movimientos bursátiles que le han ocasionado un notable quebranto económico. Este afectado, que estudia interponer una denuncia, es uno de los perjudicados que podrían contratar al prestigioso abogado gijonés Marcelino Tamargo Menéndez, del bufete Espacio Legal, conocido con el apodo de «El terror de los bancos», al haber protagonizado sonoras victorias en juicios contra varias entidades bancarias.

Otro cliente asegura que en su caso J. L. G. operó sin su consentimiento a través de la banca telefónica el día 4 de enero, dejándole en su caso la cuenta «prácticamente a cero». En este caso el movimiento se habría realizado desde Santander, según el cliente. Un tercer cliente de Bankinter subrayó que J. L. G. utilizó una tarjeta de crédito que jamás había usado. «La tenía guardada en un cajón y aparecen gastados 4.900 euros», señaló.

El local de J. L. G. en la calle San Pelayo de Cangas de Onís ya no tiene en su escaparate el logotipo de Bankinter, que lució hasta la semana pasada. La entidad bancaria retiró el distintivo tras estallar el escándalo que afecta a más de 30 clientes. J. L. G. no era empleado de Bankinter, aunque sí comercializaba sus productos y servicios, lo mismo que el de otras empresas. En la imagen, la agencia de J. L. G. en la ciudad canguesa.