Laura Corripio y Xana Luengo, las dos alumnas de Colunga que llevan mes y medio sin acudir a clase en el instituto de Luces, seguirán luchando por recuperar su derecho a transporte escolar como lo disfrutaron el curso pasado, pero volverán a las aulas. Sus familias consideran que ambas estudiantes son las mayores perjudicadas en esta situación, en la que la Consejería de Educación decidió suprimirles el taxi que las llevaba desde sus casas, en las localidades colunguesas de Cerezaléu (Carrandi) y Barrestru (Pivierda), hasta la parada de Agüera.

A Corripio le ofrecen una ayuda de 0,59 céntimos por kilómetro para pagar el taxi de los casi cinco kilómetros que separan su casa de la parada de transporte escolar. Su familia ha rechazado la ayuda porque no cubre el servicio y porque consideran que le corresponde un transporte escolar gratuito, como disfrutó su hijo mayor. A Xana Luengo le han cambiado la parada, distanciándola 900 metros de su casa.

Éste es un trayecto que la joven debe recorrer a través de una pista forestal, sin asfalto ni iluminación y en medio de un coto de caza. La Consejería de Educación denegó el taxi a ambas alumnas y dio el asunto por zanjado, pero las familias no se dan por vencidas.

Los responsables regionales les volvieron a exponer la negativa en la última reunión que mantuvieron y les propinaron un trato "de vergüenza", como describieron las propias familias. La diputada popular Susana López Ares planteó su caso en la Junta en un pleno al que asistieron las familias. "La consejera negó la mayor", describieron antes de lamentar que Ana González les tachó de "mentirosos y maleducados".