La iglesia de San Pedro de Mestas de Con se quedó ayer pequeña para despedir al que durante más de cuatro décadas fuera su párroco, Manuel López Fernández, que falleció el jueves en su domicilio víctima de un coma diabético.

Más de un centenar de personas asistieron a la misa oficiada por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, para decir adiós al que fuera párroco de Mestas de Con, Corao, San Martín de Grazanes, Llenín, Labra y Zardón.

Durante el acto religioso, que fue cantado por el Coro Mixto Peña Santa y por el grupo "Albéniz", el Arzobispo lamentó la dolorosa pérdida y definió al fallecido como un hombre "delicado, respetuoso y cuya dignidad provocaba sana envidia". Sanz Montes explicó que era paradójico que un hombre "que adoleció de una pérdida progresiva de vista por la diabetes, ha sido llamado a la luz".

La Eucaristía se prolongó algo más de una hora y contó con la presencia de una veintena de sacerdotes, que ocuparon las dos primeros bancos de la iglesia, junto a dos sobrinos del fallecido, que llegaron desde Galicia, y al alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, que lamentó la pérdida de un hombre "muy humilde y entrañable".

Junto al día de la ordenación, el de la sepultura es el único en el que un sacerdote es revestido por otros, por lo que algunos de los curas presentes colocaron un hábito sobre el féretro de López, al que acompañaron con una Biblia, que se colocó junto a una rosa que una niña de Zardón había depositado de forma espontánea antes de que comenzara la misa.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el vecino José Antonio Fernández de Con dijo antes los presentes unas palabras en recuerdo de López. "Quiero agradecer al Altísimo el privilegio de haber conocido a este gran sacerdote y mejor amigo", señaló, arrancando las lágrimas de muchos, además de un sonoro aplauso que retumbó en la iglesia durante más de un minuto.

Fernández, que durante el invierno reside en Méjico, quiso hacer hincapié en que López era un párroco "de todos, el padre del pueblo", como prueba "el hecho de que en la iglesia no entre un alfiler", aspotilló. Tanto él como la vecina Teresa García organizaron ya en el verano de 2009 un homenaje al cura coincidiendo con sus cuatro décadas al frente de la parroquia de Mestas de Con.

"Era muy tolerante y transigente, no protestaba por nada y era cercano con todos, con los que eran religiosos y con los que no", afirmó García, visiblemente afectada "por la gran pérdida". Ella fue la encargada de llamar al 112 para que reanimaran a López y de avisar de la situación al cura de Arriondas, Amaro Balbín, con el que el fallecido guardaba una estrecha amistad. Será precisamente Balbín el que sustituya de manera provisional a López al frente de sus parroquias, con una misa los domingos en Mestas de Con y Corao. También oficiará la misa de las fiestas de San Cayetano, que vivirán su día grandes el próximo martes -para no coincidir con Les Piragües- y que serán una de las más tristes que se recuerden, según los vecinos, ya que hasta ahora "siempre fueron celebradas por don Manuel.

El que fuera párroco y vecino de Mestas de Con será enterrado en su Galicia, en su Fonsagrada natal. Los miembros de la Cofradía de la Virgen del Carmen, fundada en 1788, organizan el próximo jueves una misa en recuerdo de López en la iglesia de San Pedro de Mestas de Con.