El proyecto LIFE+ "Red Quebrantahuesos", que persigue reintroducir esta especie en la cordillera Cantábrica, donde se extinguió hace 60 años, supone un gasto de 1.58 millones de euros, a lo largo de cinco anualidades 2013-2018. La Unión Europea aporta la mayor parte del dinero, 1,06 millones, el 67 por ciento del total. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos aporta 202.318 euros, el 12,8 por ciento del total. El Gobierno de Aragón asume todos los gastos que se registran en aquella comunidad autónoma, desde el rescate de los huevos hasta su traslado a Asturias: 106.200 euros. Los gobiernos de los Picos de Europa -Asturias, Cantabria y Castilla y León- no ponen un duro directamente. Sí lo hacen a través del consorcio interautonómico del parque nacional, que aporta 106.200 euros, la misma cantidad que pone el Ministerio de Medio Ambiente.

En los Picos de Europa se han liberado ocho ejemplares de quebrantahuesos, de los cuales sobreviven cinco. Además, otro ejemplar más ha llegado desde los Pirineos y se ha establecido en el parque nacional. "Leoncia" fue la primera baja del proyecto. Liberada en 2010, fue hallada muerta un año más tarde, según los veterinarios, por causas naturales. "Güeña", nacida en Aragón en marzo de 2014, fue liberada cuatro meses después y apareció muerta en agosto de ese mismo año, tras sufrir el ataque de un pollo de águila real. "Chloe", liberada también en julio de 2014, tuvo que ser rescatada por miembros de la FCQ el 25 de agosto de ese mismo año, tras sufrir el ataque del mismo pollo de águila real que mató a "Güeña". Tras ser curada y soltada de nuevo, murió poco después.