La acera de La Isla (Colunga) que se levantó dos veces en tres semanas para meter la acometida del gas no supuso un sobrecoste para las arcas municipales. Así lo aseguró ayer el alcalde, el socialista Rogelio Pando, quien explicó que "la empresa del gas estaba pendiente de un informe para poner ese pequeño tramo y cuando se acabó la primera obra no lo tenían".

El Ayuntamiento tenía entonces que "dar por finalizada la obra" -la primera, que renovó la entrada a La Isla- y por eso, continuó el regidor, no se pudieron paralizar los trabajos para esperar a meter la acometida del gas. Pando incidió en que son "dos cosas diferentes" y en que la segunda obra no tuvo "ningún tipo de coste para el Ayuntamiento". La obra que comenzó el pasado lunes y acabará, según indicaron fuentes de la empresa que la ejecuta, esta semana, provocó la indignación entre muchos vecinos, que vieron atónitos cómo se rompía un pavimento que apenas había sido transitado.

Rogelio Pando desvinculó totalmente lo sucedido de su gobierno e insistió en que la adjudicataria "lo quita y lo vuelve a poner". Esta instalación está relacionada con la planta de gas natural que una compañía energética tiene proyectada en Colunga y que se encuentra, según apuntó el Alcalde, en proceso de tramitación con Carreteras. "Querían darle acceso por la vía auxiliar de la autovía y tiene que ser un poco más adentro, para lo que compraron unos terrenos", añadió.