Pasar de un diseño para acoger a nuevos pobladores, con afán de crecimiento y expansión, a un planeamiento que busque "la mejora de lo ya existente, de la calidad de vida de los vecinos". Esta es, a juicio del arquitecto y urbanista José María Ezquiaga, que hoy participará en el Primer Encuentro de Arquitectura y Urbanismo, organizado por el Ayuntamiento de Llanes.

Ezquiaga nota cómo las prioridades están cambiando por toda Europa, fruto de las "lecciones de la crisis", que demostró que la "sobreproducción inmobiliaria y la sobrecalificación de terreno" tienen "consecuencias económicas muy graves". Estos nuevos planteamientos inciden, añade, en las condiciones de urbanización (con herramientas como la rehabilitación) y en el ámbito territorial con la mejora y salvaguarda del paisaje. En este segundo punto Ezquiaga ve los terrenos de interés agrícola "no como suelos esperando por su destino urbanístico, sino como una riqueza propia del territorio". El arquitecto cree que estos nuevos planteamientos "cuestionan incluso las leyes" existentes, enfocadas a regular "los crecimientos y la expansión urbana", pero carentes de instrumentos legales completos para cuestiones como la rehabilitación.

César Ruiz-Larrea es otro de los arquitectos que va a intervenir en las jornadas llaniscas y abordará su especialidad, "los planteamientos de sostenibilidad", que se están incorporando a la profesión. A su juicio, en el modelo urbanístico anterior la sociedad había "perdido el norte. Todo valía, se construía, sólo pensando en el desarrollo económico y la plusvalía. Si queremos dejar un poco el planeta y los territorios razonablemente sanos para que nuestros hijos los disfruten no se puede continuar así". En su opinión, "la gran duda" es si el urbanismo está cambiando esto y el ciudadano exigiéndolo o no. Se trata, al final, de "voluntad política y rodearse de gente que sepa", apunta el arquitecto.

Ruiz-Larrea también habla de la rehabilitación y el reciclaje. "Cada vez que se hace un planeamiento se hace una carretera, parcelas a los lados y una red de saneamiento, una depuradora, etcétera. Multiplicamos los costes y la complejidad", describe, antes de oponer un planteamiento con "unos centros de energía organizados en torno a viviendas más compactas, no dispersas ni que consuman tanto territorio". Estas viviendas han de ser, además, "flexibles" y con posibilidades de reciclaje en el uso.

"En sitios como Llanes, con turismo estacional, hay dos meses a tope y el resto del año prácticamente sin población. ¿Hacemos infraestructuras sólo para dos meses? ¿Qué pasa con el resto? Intentemos cambiar las normativas para que se pueda reciclar, reutilizar", defiende el arquitecto, quien aplica al urbanismo un pensamiento formulado por Einstein: "No se puede cambiar de modelo utilizando las mismas herramientas que han creado lo que queremos modificar". Y el instrumento para articular este cambio y que pase del plano teórico al práctico es el planeamiento que en la actualidad se tramita, por ejemplo, en Llanes.