Abierta de par en par. Así permaneció durante todo el fin de semana la iglesia del monasterio de San Antolín de Bedón, en el concejo de Llanes. Todo indica que fue el fuerte viento el que provocó que cayera el madero que sujetaba desde dentro la puerta lateral del templo, abandonado a su suerte desde hace más de un decenio, pese a las protestas y movilizaciones de los vecinos y veraneantes de la vecina localidad de Naves de Llanes.

Durante el fin de semana, una vecina de la zona dio la voz de alarma y ayer mismo llegaba a oídos de la concejala de Cultura de Llanes, Marisa Elviro, la situación de la iglesia. A última hora de la mañana de ayer, un vecino de la zona arrimó la puerta lateral del templo ayudándose con el propio madero que había caído.

En el interior del templo, construido en el siglo XIII y declarado monumento nacional por el gobierno de la Segunda República en 1931 y bien de interés cultural (BIC) por el Principado hace treinta años, el aspecto es desolador. El agua baja por una de las columnas, formando un charco en el suelo. El resto del edificio está también tomado por el agua y la humedad. Y se observan restos de actuaciones vandálicas, que afectaron al suelo del altar, a una de las tumbas y a otras zonas del edificio.

La puerta principal de la iglesia, forzada en incontables ocasiones, cuenta en la actualidad con dos cerrojos, pero permanece sujetada desde el interior con maderos y piedras. La iglesia es propiedad del Estado, aunque este ha renunciado a hacerse cargo de ella. El Ayuntamiento busca un salida para el edificio, una joya del románico, según los expertos.