Mirar al pasado con vistas al futuro. El maíz, elemento esencial en la alimentación en toda la región durante siglos, vuelve a ganar protagonismo en la comarca del Oriente con motivo de la undécima edición de las Jornadas gastronómicas de la harina y el maíz que, entre el pasado fin de semana y desde mañana y hasta el domingo, se celebran en un total de once restaurantes del concejo de Llanes. El maíz, vuelve a ganar protagonismo, fusionado en ocasiones, con las nuevas técnicas aplicadas a los fogones, tan de moda en estos tiempos.

Priscila Alonso Sánchez del restaurante Ríu Calabres de Bricia, es una de las más firmes promesas de la cocina local. Nada mejor que comenzar la temporada, que arrancó el pasado fin de semana en el Ríu Calabres tras el parón invernal, con unos jornadas donde el protagonista es un producto intemporal tan típico y apreciado en la zona. "No hay que olvidar que el maíz alimentó a mucha gente en tiempos muy difíciles", explica.

Con la borona sin preñar como base ha elaborado Priscila Alonso un menú que une lo tradicional con lo nuevo. "Utilizamos la borona sin preñar que, recuerdo, se hacía en casa de mi padre. Al día siguiente de hacerla se cortaba fina y se freía, utilizándose, por ejemplo, en las sopas de hígado", señala. El cuidado de este tipo de productos es para esta cocinera, esencial. "La acogida de la gente hacía las jornadas es muy buena. Nos da pie para hacer cosas diferentes. La idea es conservar lo de siempre, la esencia del maíz, y a la vez innovar", explica.

Este producto aparece en la carta del restaurante, como en tantos otros en el concejo, durante todo el año en su caso en forma de crema acompañando a la ventresca. "Hacemos una crema con maíz triturado y albahaca y también tenemos siempre panes de maíz", explica. Tortitas de maíz inflado con tartar del aguacate y espuma de afuega'l pitu, o crema de maíz y tallarines de verduras son algunos de los platos que elabora para estas jornadas.

Alonso Sánchez sostiene que el maíz, en los fogones llaniscos, siempre estuvo presente. "Aquí en Llanes nunca se abandonó del todo esta tradición pero sí hubo un tiempo en que se relegó a un segundo plano. Con el maíz se pueden hacer muchas más cosas que tortos. El reto que tenemos ahora es retomar lo antiguo y modernizarlo", señala.

En el hotel escuela La Palma de Llanes han querido dar un carácter especial a las jornadas. Aprovechando la ocasión han mostrado a sus alumnos, con clases prácticas y teóricas, la importancia del maíz como elemento esencial en la alimentación durante décadas, y su importancia en la cultura local.

"No debemos olvidar que es un producto que, en tiempos difíciles, servía para llenar los estómagos pues había en abundancia y era barato", asegura el jefe de cocina del establecimiento, Andrés Lledías. "Estamos en una zona donde el cultivo del maíz se da muy bien y donde nunca se perdió la tradición de este tipo de platos", aseveró. En este restaurante han querido innovar con este producto elaborando un menú a medio camino entre la tradición de la cocina local y la mexicana. "No son platos mexicanos puramente pero si la idea", dice el director de restauración del hotel, Rubén Ramos. Tortín con vegetales de temporada, foie y ahumado de Pría gratinado es uno de los platos ofertados.