Es el ave forestal europea de mayor tamaño y la subespecie cantábrica es la más escasa y amenazada del planeta. El urogallo, el gallu montés, protagoniza una exposición que se podrá ver en Ribadesella hasta el 13 de mayo. Mediante paneles explicativos el gran público podrá conocer (de lunes a viernes de 17.30 a 20.00 y los sábados de 11.00 a 13.00 horas) algunos de los secretos de esta ave sedentaria, terrestre y ciertamente escurridiza.

La población de urogallo cantábrico ha disminuido un 70 por ciento desde 1981 y su área de distribución se ha reducido a unos 5.000 kilómetros cuadrados. Su población se estima ahora en unos 400 ejemplares que viven en hayedos, robledales y en pinares relícticos (sin capacidad de reproducirse o expandirse) y de repoblación de la cordillera, entre 1.000 y 1.700 metros de altitud.

La reducción de la superficie habitada por la especie ha dado origen a dos núcleos (oriental y occidental) separados por una amplia zona con una baja población que se corresponde con el corredor del puerto de Pajares. Al principio de su vida el pollo se alimenta de pequeñas presas vivas (hormigas, saltamontes, chinches) y los adultos buscan en el suelo brotes de diversas plantas, frutas en verano y frutos en otoño. El cantadero es el lugar donde ocurre la exhibición sexual, pero en la cordillera Cantábrica es difícil encontrarlos con más de uno o dos machos. Por otra parte, sólo entre un 10 y un 20 por ciento de los recién nacidos llega a cumplir el año por factores como la depredación o las condiciones climatológicas adversas.