El vuelo de un dron sobre los alrededores de la playa llanisca de Castiellu, en Pendueles, para tomar datos topográficos, dio ayer el pistoletazo de salida a la reparación del argayo que desde mayo de 2013 impide acceder con normalidad a este arenal. Los trabajos se enmarcan en un estudio de alternativas de acceso a esta playa adjudicado a la empresa Noega Ingenieros S.L. por la Demarcación de Costas en Asturias. El pliego de condiciones incluye la actualización de un estudio de cartografía de la zona, trabajo que ayer se llevó a cabo mediante el uso del dron.

Una vez la Demarcación de Costas en Asturias tenga sobre la mesa los estudios para la construcción de un acceso a Castiellu, enviará la opción que considere más adecuada a la Dirección General de Costas, organismo que deberá dar luz verde al proyecto y aprobar la partida económica para su ejecución. Los técnicos de Costas, que ayer no perdieron detalle de los trabajos en Castiellu, evitaron dar plazos para el comienzo de la obra, pues la provisionalidad del Gobierno central impide saber cuándo podrían dar comienzo.

El dron sobrevoló la zona por espacio de quince minutos, tiempo suficiente para recoger toda la información sobre la playa y su entorno.

Previamente, se procedió a la señalizaron varios puntos topográficos. Se ocuparon de esta labor varios técnicos de la empresa Vuelox.

Los problemas en esta playa llanisca comenzaron a principios de mayo de 2013, cuando un espectacular argayo, de varias toneladas de barro, tierra y árboles, sepultó el acceso principal al arenal. Los vecinos habilitaron entonces, con sus propias manos, un pequeño acceso mediante la creación de varios escalones, que dio servicio a esta playa durante los veranos de 2013, 2014 y 2015.

La inestabilidad del lugar hizo que la zona volviese a argayar hace tres meses.

Precisamente, el último desprendimiento tuvo lugar en el lugar donde el pasado mes de noviembre se hicieron excavaciones no autorizadas por Costas para ensanchar el camino sepultado y permitir el acceso de tractores y material pesado al arenal para sacar ocle. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil denunció estos trabajos.

Las autoridades locales cifraron en 400.000 euros el coste de un hipotético arreglo del acceso a Castiellu, una cifra que, de momento, está en el aire, a la espera de que se evalúen los datos captados en altura por el dron para buscar la alternativa más adecuada a fin de volver a abrir un acceso seguro a esta playa.