El barco "Nuevo Mar Azul" fue el encargado de sacar ayer a alta mar a la Virgen de Guía para rendir homenaje a los marineros desaparecidos. Lo hizo dirigido por segundo año consecutivo por el patrón Emilio Peñil y escoltado por una treintena de embarcaciones engalanadas, en su mayoría de recreo. "Es uno de los días más emocionantes del año para mí y para todos los pescadores. Es un orgullo llevar a nuestra protectora en mi barco", afirmó Peñil, que acumula tres décadas de trabajo en el mar a sus espaldas.

El sonido de la sirena de la rula anunció su llegada al muelle a hombros de vecinos como Pablo Peñil, Juan y Marcos Martino, Vicente García, Santi Rosete, Eduardo Gutiérrez, Juan Luis Vega y Miguel Alonso, por turnos. Decenas de fieles la acompañaron en el trayecto desde la iglesia parroquial de Santa María de la Magdalena, donde hizo noche. Entre ellos una treintena de miembros del colectivo que baila la danza de arcos a las órdenes de Rocío Pontigo.

Una milla mar adentro se rezó un responso en memoria de los marineros fallecidos antes de lanzar al mar una corona de laurel que los barcos rodearon en círculos. Este fue uno de los momentos más impactantes para asistentes como la riosellana Carla Rodríguez, que a sus 24 años salía por primera vez en su vida a navegar. Lo hizo para acompañar a su prima pequeña Ana Fernández, gran aficionada a surcar los mares.

Las celebraciones en honor a la patrona de los marineros riosellanos continúan hoy con una misa de la asociación "Virgen de Guía" cantada por el coro "Manín" de Lastres (13.00 horas), seguida de una comida de hermandad y baile. Por la tarde hay concurso de pesca (16.00 horas), juegos gratuitos para los más pequeños (17.30 horas) y una gran chocolatada a cargo de la comisión como colofón final.