Los agentes de Policía de Llanes se plantean ir desarmados por miedo a que un nuevo altercado con el inspector jefe acabe de la peor manera posible. A esta situación límite están a punto de llegar la mayoría de los componentes de la plantilla, según revelaron ayer dos de ellos en rueda de prensa. En ella tomaron parte Jacinto Arroyo, en representación del secretario general del sindicato Sipla; el representante de Usipa en la junta de personal del Ayuntamiento de Llanes, Eduardo Galán, y el representante del Sipla en el consistorio llanisco, Miguel Ángel Díaz Pacheco.

Fue este último el que afirmó que la situación de tensión que desde hace unos días se vive en el seno de la Policía Local está haciendo que varios agentes se estén planteando la posibilidad de entregar las armas y darse de baja "por miedo a un problema con el inspector jefe". La situación, según los policías, es insostenible y han dado un ultimátum al equipo de gobierno, en el que dicen tener plena confianza, para que tome medias urgentes contra el inspector jefe.

Jacinto Arroyo habló de un conflicto "insostenible y peligroso". El incidente entre el inspector jefe, Miguel Gómez López, y el agente Miguel Ángel Díaz Pacheco acaecido el pasado jueves y que terminó con Gómez en el juzgado denunciado a Díaz Pacheco por presuntas amenazas de muerte e insubordinación, ha concluido, de momento, con la apertura de un expediente disciplinario de investigación por parte del Ayuntamiento y la retirada del arma a este último.

Los agentes exigen que mientras el proceso de investigación esté abierto se le retire también el arma a Gómez López como media cautelar, "por ser lo más razonable". "El mal ambiente se debe a la mala gestión de la Policía Local que lleva a cabo el inspector jefe", apuntó Arroyo. El representante del Sipla señaló también que las trabas que pone el jefe de la Policía a los agentes impiden que estos lleven a cabo su labor con normalidad. "El problema de todo esto es que ya está empezando a afectar a los ciudadanos", subrayó Díaz Pacheco.

Galán puso cifras sobre la mesa para mostrar el a su juicio desmantelamiento que está teniendo lugar en la Policía de Llanes desde que Miguel Gómez López se puso al frente de la misma en el año 2002. Ese año había 25 agentes en plantilla y en verano se contrataba a 15 auxiliares. En la actualidad hay 19 y este verano se contrató a 4 auxiliares. A eso hay que unir, según los agentes, la falta de material de trabajo como etilómetros, sonómetros, prendas de vestir o la ausencia de prácticas de tiro con la regularidad que ello requiere. Sostienen los agentes que en 2002 eran una policía modelo y que ahora, por la dejadez de funciones del inspector jefe y la falta de apoyo de los anteriores equipos de gobierno, han dejado de serlo. "Ya no tenemos miedo a denunciar. Llevamos 14 años así", aseguraron.

Los agentes reiteraron que la tensión que se vive en los últimos días es fruto de la proliferación de órdenes arbitrarias por parte del inspector jefe que, según explican, son imposibles de cumplir en algunos casos y, en otros, son contrarias a la seguridad personal de los agentes. "¿Ha visto el inspector patrullar solo a algún agente de la Guardia Civil? Él siempre sale acompañado. ¿Por qué manda a gente a patrullar en solitario?", se preguntó Díaz Pacheco. Los agentes no descartan tomar medidas judiciales si el cuatripartito no atiende sus demandas.