Si se cruzan con él por la calle, no duden en comprarle un cupón. Juan Carlos Quesada tiene la suerte de cara. Este vendedor de la ONCE de la localidad canguesa de Coviella tiene un pacto con la diosa fortuna que hace felices, cada cierto tiempo, a sus clientes, muchos de ellos amigos, según dice. El pasado martes la suerte volvió a estar de su lado para, por cuarta vez en los últimos años, dar el primer premio del sorteo y repartir 350.000 euros en las localidades de Llames de Pría y Posada, gracias a diez cupones de 35.000 euros cada uno. Quesada completa, de lunes a viernes, la ruta costera entre Llanes y Ribadesella, siendo sus puntos fuertes de venta Nueva y Posada.

"Llevo vendiendo 21 años el cupón y es el cuarto premio que doy. En octubre de 2013 repartí 43 cupones de 35.000 euros cada uno. Estoy muy contento por la gente agraciada, pues todos ellos se lo merecen" señala Juan Carlos Quesada mientras recibe las felicitaciones de los agraciados. En el bar la Pumarada de Llames de Pría dejó 5 cupones, de los cuales se vendieron tres, y otros cinco los dejó en la sidrería las "3 MMM" de Posada.

Quesada se enteró de la buena nueva a primera hora de la mañana de ayer, cuando comprobó la lista de premios y reparó en que el número 58546 le resultaba familiar. "Sueño con dar un cuponazo. Noto mucho el cariño de gente y me hace muy feliz repartir dinero entre todos ellos. Es lo mejor que me puede pasar. He dado premios a muchos amigos ", dice.

Javier Rosete Blanco regenta junto a su mujer, María Teresa Gutiérrez, la sidrería "3 MMM" en Posada de Llanes. El matrimonio se muestra casi más contento por haber repartido el premio entre sus clientes que por tener también ellos un boleto. "Los premiados son todos de Posada", manifiesta María Teresa Gutiérrez. Rosete Blanco prueba suerte todos los días desde que regenta la sidrería hace seis años. "Cogemos siempre media hoja con cinco cupones que nos da Juan Carlos. Es la primera vez que me toca algo", dice.

José Alejandro Sustacha se enteró de que en su cuenta corriente había 35.000 euros más al entrar al bar al filo de las doce. Había más jolgorio del habitual. "Juego todos los días desde hace una temporada al cupón que dejan aquí", señala, mientras asegura que no sabe en qué va a emplear el dinero. "Alguna vez me tocó algo en la Primitiva, pero siempre premios menores. Nunca he sido afortunado en el juego y no esperaba que me pudiese tocar un premio como este", indica.