Ribadesella despidió ayer a uno de sus vecinos más polifacéticos, el pintor y peluquero Emilio Pérez Pérez, quien falleció el sábado a los 76 años. Nacido en 1940 en la misma casa en la que llegaron al mundo los hermanos Uría Aza (entre 1892 y 1904) -la casa Collado, en la calle Manuel Fernández Juncos- regentó durante décadas una peluquería en el centro de la villa riosellana.

Fueron muchos los familiares, amigos y vecinos que ayer le dieron el último adiós en el funeral celebrado en la iglesia parroquial de Ribadesella, antes de que su cuerpo fuera incinerado en un tanatorio de Gijón. Lo primero que plasmó con pintura Emilio Pérez fue un hombre pintando, y lo hizo en una pared de la vivienda natal. La relación con los Uría Aza fue más allá de la mera coincidencia, pues Bernardo -autor de las pinturas de la iglesia de Ribadesella- le llamaba para que le ayudara a mezclar los colores y llegó a regalarle un cuadro que conservaba en su casa.

Fascinado por Vincent van Gogh desde joven, su obra tiene mucha carga de materia y de estilo impresionista, dicen sus seguidores, y su recuerdo cariñoso permanecerá en la sociedad riosellana.