Emocionado y agradecido. Así recibió ayer el fotógrafo, músico y poeta piloñés José María Aladro Montañés la distinción "Avellana de plata" que cada año otorga la Coral Polifónica Piloñesa, durante su concierto de Navidad, a su colaborador más fiel. Su esposa, Ana Elena Estrada, también fue agasajada con un ramo de flores durante el encuentro, que tuvo lugar en la iglesia parroquial de Infiesto, donde previamente se celebró una misa por los socios y coralistas fallecidos.

"Es una distinción que aprecio especialmente por el cariño que le tengo a esta institución, con la que colaboré permanentemente desde aquel 15 de octubre de 1993 en que debutó, comenzando una trayectoria de éxitos que no ha parado", explicó el homenajeado tras recibir la placa.

Aladro fue una de las primeras voces del concejo en sumarse a la Coral Polifónica Piloñesa, impulsada por vecinos como Gaspar Diego. En ella cantó más de dos años hasta que sus obligaciones con el grupo folk "Cuerria", que llegó a grabar un trabajo y a representar a Asturias en el Festival de Lorient, le impidieron continuar los ensayos. El concierto de Navidad contó con la actuación del coro infantil "Piccola Piloñesa", la Asociación Musical "De la Fuente" y la propia Coral Polifónica Piloñesa. Los coralistas tuvieron una mención especial para su directora, Patricia Miriam Martínez.