Dedicar parte del tiempo libre a hacer felices a personas de edad avanzada. En eso consiste "Voluntarios contra la Soledad", un proyecto puesto en marcha por el colectivo "Tertulias en Llanes" el pasado mes de octubre y que en la actualidad cuenta con un total de dieciocho voluntarios y trece beneficiarios pertenecientes en su mayoría a las residencias de Pancar y de Celoriu. Charlar con los ancianos con un café de por medio, comprobar los boletos de la lotería, pasear por el mercadillo o practicar juegos de mesa cuando el tiempo impide que salgan a la calle son algunas de las "misiones" de los voluntarios.
El coordinador del programa, Carlos Rueda, subraya el éxito de una iniciativa, que espera que a lo largo de este año que comienza pueda crecer y llegar a más personas además de hacerse extensible a otros concejos de la comarca. El equipo de "Voluntarios contra la Soledad" lo completan la psicóloga Teresa Ubalde y la facultativa Concha Rey.
"El proyecto se presentó en marzo del año pasado. Tras un periodo de formación del voluntariado hemos empezado a trabajar en octubre y hasta la fecha hemos completado más de 250 horas de acompañamiento", destaca Carlos Rueda. "Para ellos estar con nosotros es como una especie de recreo", dice.
Los voluntarios se organizan en función de los horarios que sus empleos y quehaceres particulares les permitan, procurando que cada beneficiario del proyecto tenga a dos personas a su disposición. Rueda, con amplia experiencia en el mundo del voluntariado, no duda en asegurar que gracias a esta iniciativa "aprendo cada día. Estamos muy contentos por el resultado del proyecto. A la gente le gusta y solo recibimos halagos. Llevo tiempo en el mundo del voluntariado y esto es lo que más me llena", indica.
Paz Alonso Rodríguez de 93 años, es una de las beneficiarias. "Estoy muy contenta con ellos. Nos hacen un favor muy grande sacándonos de paseo y a tomar el aire. Parte de mi familia vive en Madrid y en Francia y a ellos les considero como mi segunda familia", señala.
El voluntario más joven es Gabriel Hernando Castro. A sus 18 años cursa un ciclo formativo de grado medio para el cuidado de ancianos y personas dependientes en la localidad cántabra de Unquera. "Cuidé a mi abuela que estuvo malita durante dos años. Me gusta acompañar a las personas mayores. Les entiendo muy bien y ellos me entienden a mí. La experiencia está siendo muy buena. Estoy feliz y orgulloso de colaborar en algo así pues siento que estoy haciendo una labor importante", explicó. Hernando anima a demás personas de su edad a unirse a este programa.
Flori Fernández es otra de las voluntarias. Desde que el pasado mes de abril se jubilase como profesora de Francés en el instituto de Llanes emplea parte de su tiempo libre en colaborar con "Voluntarios contra la Soledad". "Las personas con las que trabajamos nos aportan muchas cosas, aparte de lo que los voluntarios les podamos aportar a ellos", resalta. Como anécdota, Flori cuenta que una de las beneficiarias del programa fue una de las muchas niñas exiliadas a Francia durante la Guerra Civil. "Hablamos en francés y nos canta 'La Marsella'. Aquí aprendemos unos de otros", apunta.
En vista del éxito, los responsables de "Voluntarios contra la Soledad" confían en que este año los ancianos de la residencia de Lledías (Lledíes), así como las personas mayores beneficiarias de los servicios sociales del Ayuntamiento de Llanes, puedan también beneficiarse de un proyecto que llena tanto a beneficiarios como a voluntarios.
