"El año pasado los llevamos a una iglesia en Galicia y el párroco no quiso abrir la puerta. Nos enteramos de que en Piloña sí los bendecían y decidimos venir". María Díez y su marido Aníbal González, con sus perros "Babau" y "Popi", llegaron desde La Coruña para participar en la bendición de San Antón, demostrando el auge que está cogiendo la celebración.

En Infiesto la celebración fue impulsada por un grupo de recientes jubilados conocido como la Hermandad de San Antón. La cobaya "Cleopatra", de tres años de edad, fue una de las protagonistas. Su dueña, Ana Melendi, la llevó enroscada en una manta. "Es de mi hija, pero como ella no puede venir me pidió a mí que viniera", explicó. Tras la misa en la capilla de la Obra Pía, el párroco local Manuel García Velasco salió al exterior para bendecir a las mascotas que lo esperaban en el exterior del recinto. Antes de arrojar el agua bendita, García tuvo palabras de recuerdo para los animales abandonados, víctimas de trata ilegal o de experimentos en laboratorios.

Entre los asistentes se encontraba José Antonio Francos, que acudió desde Gijón con su perrito, un "bichón maltés" llamado "Spyke". "Las mascotas necesitan tantas bendiciones o más que los humanos porque son muy buenas. Hay mucho que aprender de ellas", dijo. La jornada concluyó con una comida de convivencia en la localidad pongueta de Sellañu.

En la localidad llanisca de Parres los integrantes del coro local interpretaron la misa asturiana de gaita durante la eucaristía. El maullido de los gatos y los ladridos de los perros acompañaron al sacerdote Florentino Hoyos durante la liturgia. La niña de siete años Alba Romano acudió a San Antón con la perra de su padrino, "Luna". Goya Cerezo vistió a su mascota "Tula", una "fox terrier" de dos años, con las mejores galas. "Lleva un pañuelo de la fiesta, una chapa con un gochín y un collar de perlas", explicó su orgullosa dueña. También junto a su perra "Pizca", de dos años, acudió a Parres Ana Morales. "Apareció tirada en la carretera de Hontoria con tres meses, la adopté y hoy vengo a bendecirla", subrayó.

Subasta

"Musi" fue el único gato bendecido en Parres. Lo llevaba en brazos Rebeca Díaz- Caneja y pertenecía a su vecina Amelia Fernández. "Traje durante muchos años a mi gata 'Perla'. Duró 18 años porque todos los años la bendecía por San Antón", explicó. "Se portó muy bien y no ladró nada", dijo Geli Sobrino de su perro "Leo", un precioso "bichón maltés". La subasta de productos típicos dirigida por Ricardo Gómez "Cardi", puso el broche de oro a la fiesta en Parres.