La restauración del resto de la pintura mural de la iglesia románica de San Salvador de Moru, en la localidad riosellana de Nocéu, es el objetivo que se ha marcado para este año la asociación cultural del mismo nombre. Llevan trabajando por la recuperación del templo desde 2008 y la pintura es lo último que les queda, una tarea costosa económicamente y que abordarán en función del alcance de su presupuesto.

La presidenta, Ana Fernández, celebró ayer la inclusión de la pintura mural en la convocatoria regional de subvenciones para rehabilitar patrimonio de este año, aunque desconocen con qué cantidad contarán y están dispuestos a realizar todos los esfuerzos y recabar todos los apoyos posibles. El colectivo mantuvo ayer una reunión informativa con un representante de la Consejería de Cultura y Patrimonio, a quien trasladaron su ilusión por rehabilitar la pintura mural del testero y la bóveda del templo riosellano, así como de equipar la escuela de Moru con una serie de paneles informativos sobre la pintura mural.

"Son murales de cartón pluma sin apenas coste, pero necesitamos la asistencia técnica, para que esté bien hecho", explicó Fernández antes de destacar que estos paneles "no cambiarían para nada ni perjudicarían el uso que el Ayuntamiento le quiera dar a la escuela. Sería un valor más a tener en la escuela y sólo sumaría", apuntó antes de incluir al Consistorio en el acuerdo para sacarlo adelante. La asociación lleva unos cuatro años con este proyecto en mente, pues ven cómo hay visitantes "que quieren saber más después de conocer la iglesia. Si tienen al lado, en la escuela, un elemento informativo, podría ser una cosa muy interesante", subrayó la representante. La restauración estructural en Moru ha ido haciéndose en la última década, así como una parte de la pintura, la de los muros laterales. Por delante quedan el testero y la bóveda, con una superficie de unos 120 metros cuadrados, calculó Fernández antes de avanzar que va a suponer "un importe elevado" que aún desconocen.

En el testero de Moru, aún por rehabilitar, aparece un entierro. "Hay dos grupos de personas llevando unas angarillas que soportan en el medio el cadáver de una persona. Delante va otro grupo cantando salmos con libros en la mano", describe la presidenta antes de apuntar una de las hipótesis que se barajan, que sea el "santo entierro o la dormición de la Virgen", pues el cadáver tiene expresión femenina.

En la derecha se ven cuatro ángeles que suben algo hacia el cielo (podría ser un alma) y abajo se ve un demonio con garra, costillas y cuernos. Por encima del nivel figura un corazón grande con llagas de las que brota sangre. En la bóveda, por su parte, se ve un Dios en Majestad, una figura que mira al mundo acompañado de los cuatro evangelistas con sus símbolos. La bóveda celeste, el sol, la Luna y las estrellas, completan la escena.