"Exageradas" son, según el cuatripartito de Llanes, las quejas de los sindicatos por las deficiencias del nuevo vehículo de la Policía Local. El regidor, Enrique Riestra (Vecinos x Llanes), y el edil, Juan Carlos Armas (PP), aseguraron que las protestas se enmarcan dentro del conflicto entre el inspector jefe y varios agentes. El malestar de los sindicatos por el nuevo vehículo -según indicaron es "una lata de sardinas"- quedó patente ayer durante la presentación de los nueve coches municipales en régimen de arrendamiento. Uno de ellos, representante del sindicato SIPLA, expresó sus quejas por las deficiencias del vehículo y se negó a fotografiarse junto al vehículo.

"En los asientos traseros hay poco espacio, las puertas de atrás abren en sentido contrario, así que el conductor y una persona que pueda ir detenida detrás, al salir pegarían barriga con barriga, y en la parte de atrás un detenido tiene a mano las linternas, que podría utilizar para golpear a los agentes", dijo. Se quejó también del poco espacio existente en el maletero. "No es ni el momento ni el lugar para hacer esas reivindicaciones", indicaron al agente Riestra y Armas. Tanto USIPA como SIPLA destacaron la ausencia en la presentación del jefe del servicio, el inspector, que fue "quien encargó arbitrariamente este modelo y marca específica". Fue el único jefe de servicio que no acudió a la presentación. "Estaba en su despacho", señalaron los sindicatos, que sostienen que el Opel Meriva fue elegido por las características "caprichosas, arbitrarias e injustas" impuestas por el inspector jefe, e incumpliéndose los pliegos de condiciones para su adjudicación. Que este coche tenga puertas traseras tipo "flexdoors" con su apertura en sentido opuesto a las delanteras es considerado inadecuado y peligroso por los agentes. "Las características técnicas del pliego están hechas por el jefe de servicio. Que lo comenten con él. Todo el mundo está encantado con los nuevos coches, salvo la Policía Local", añadió. No descartó un cambio del vehículo. "El pliego admite modificaciones y ampliaciones. En principio si se puede cambiar pero me imagino que eso conllevará unas cargas. Eso lo debe decidir el jefe de servicio y los policías, pero se deben poner de acuerdo", manifestó.

Riestra señaló: "es una muestra más de los conflictos abiertos en el seno de la Policía Local desde hace años. Lo ocurrido sería una cosa nimia en cualquier otro sitio pero aquí parece una bomba nuclear. La situación está muy crispada, viene de atrás, y nos toca arreglarlo", dijo. Sobre la comisión de investigación abierta para aclarar los problemas de la Policía Local, dijo "no se van a tratar temas personales ni cotilleos. Vamos a atacar el problema de manera profesional. Que nadie piense que va a ser un Sálvame Deluxe", manifestó.